15 mayo, 2025 12:09 am
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Al Hogar de Niñas solo lo rescatará la sociedad

Después de meses de acefalía técnica y administrativa a partir de un caprichoso enfrentamiento con el Copnaf, y después de haberse hecho público el inminente cierre del Hogar de Niñas, la actual Comisión Directiva salió a los medios a intentar salvar su responsabilidad en todo esto, pero sin buscar soluciones.

BLANCO-NEGRO

A partir de nuestra nota del pasado 10 de mayo exponiendo el inminente cierre del Hogar de Niñas por cortocircuitos entre sus directivos y el Copnaf, ante la indignación que ésto despertó en la sociedad gualeya, mucho se dijo, pero nada parece haber cambiado, y el pronóstico sobre su futuro sigue comprometido.

Apenas conocida la escandalosa situación del Hogar de Niñas Gregoria Pérez de Denis, muchos políticos se rasgaron las vestiduras, negando o tergiversando la realidad de esa institución, pero nadie, hasta ahora, ha dado una solución viable a la sobrevivencia de la situación.

La Diputada Paola Rubattino, con total desconocimiento sobre el tema, habló de un hogar de día, algo impracticable con niñas de distintos lugares de la provincia, y el Intendente Federico Bogdan, desconociendo el rol de la residencia y la ley que la comprende, dijo que el hogar era municipal y que no se cerraría.

Por el otro lado, el responsable del Copnaf, Gustavo Leconte, negó todo y mandó a decir que era intención del organismo renovar el convenio, pero que antes se deberían atender una serie de cuestiones pendientes, tanto económicas como técnicas y operativas.

De este modo, despues de diez días de conocida la noticia y de cinco meses de crisis, y presionados por la dimensión del papelón, integrantes de la Comisión Directiva del Hogar salieron a los medios, “dolidos y sorprendidos”, diciendo que se trata de un hogar “modelo” de administración impecable, y destacando, como algo extraordinario, que mandan a las niñas a la escuela, y que les ponen una maestra particular.

Casi un semestre pasó de un evidente “basta” del Copnaf y la sociedad pudo conocer las caras de quienes regentean esta residencia de menores que tiene bajo su responsabilidad su contención y desarrollo.

Pero, según se pudo saber, entre los reclamos del Copnaf no sería tan importante la rendición de cuentas, pendiente desde enero, como sí lo sería el esclarecimiento de algunas situaciones internas y el cuestionable servicio brindado a las internadas, razón por la cual se habría exigido una mayor participación en el manejo de la institución.

Cabe señalar que en esta asociación para la contención y desarrollo de jovencitas en situación de vulnerabilidad, el Copnaf, integrado por profesionales, es el responsable técnico que determina las condiciones y las formas de la residencia, mientras que el Hogar, integrado por gente predispuesta y de buenas intenciones, solo las cumple.

Precisamente, éstas cuestiones son las que desencadenaron el cortocircuito entre el Copnaf y la entidad, provocando esta situación actual de acefalía, la cual viene desde principios de año. Una situación sin una directora determinada, sino con dos: una erigida como tal por la Comisión y otra, “interina”, elegida por el Copnaf, y sin profesional alguno que atienda la frágil condición de las niñas.

Frente a esta grave situación, la Comisión Directiva, en lugar de buscar una salida honrosa que redunde en una solución definitiva en beneficio de las niñas, ahora se reúnen diariamente, alterando aún más la estresante situación de las cinco internadas que quedan, para desconocer la innegable realidad ante los medios.

Es válido destacar que, si bien el Hogar no cuenta con una gran infraestructura, la misma es suficiente para funcionar como residencia, a la vez que gran parte de su personal ha demostrado su compromiso con la tarea que desempeñan y su interés por el bienestar de las internas.

Pero, lamentablemente, esta actitud de parte de los directivos de la entidad, y la inflexible posición del Copnaf, hacen que la única oportunidad de resolver la situación, y salvar el tan preciado Hogar, esté en manos de la sociedad gualeya, sumándose como socios.

Estos socios, con su cuota, no solo ayudarían a brindarle una mejor atención a las niñas, sino que, a la hora de la próxima asamblea, podrán proponer una nueva comisión directiva que, muñida de un proyecto de gestión a la altura de las expectativas, pueda renovar el convenio con el Copnaf y, con la asistencia del organismo, darles a las internadas el hogar que merecen.

Caso contrario, no habrá renovación, surgirá un hogar en alguna otra ciudad de la provincia para remplazar a éste, ocho promotoras perderán su trabajo, y el edificio volverá a manos de la Municipalidad para que ésta aloje allí alguno de sus innovadores proyectos.

Por último, vale reconocer que, si no hibiesen salido los medios a desnudar la situación que atravesaba el Hogar de Niñas, los responsables de la entidad y del Copnaf aún seguirían indiferentes manteniendo todo en secreto y, seguramente, la residencia ya estaría cerrada.

Norman Robson para Gualeguay21