Constructores de un futuro mejor

Volvamos a celebrar la alabanza de lo que nos dio el creador, no como un derecho adquirido sino como un don y una gracia, que además de ser reverenciada tiene que ser cuidada y preservada.
No en contra del desarrollo, todo lo contrario, incluyéndolo, ejerciendo lo sustentable que nos pone a todos nosotros en el lugar de ser constructores, no solamente de la casa común sino de la dimensión imprescindible, que es la de la paz.
Y la paz se manifiesta no solo cuando hay ausencia de guerra, sino fundamental cuando hay armonía e integralidad entre los seres humanos y entre lo humano y lo que nos rodea, que forma parte del mismo acto creativo.
Por eso pedimos ser inspirados y elevarnos en esta visión trascendente comenzando, no por nosotros, que gracias a Di-s no nos falta nada, sino fundamentalmente por los que fueron descartados, olvidados y degradados como lo hicimos con el ambiente. El que degrada el ambiente degrada lo humano, y quien degrada lo humano, degrada lo divino. Por lo tanto, no es un acto no solamente de conciencia sino de profunda reflexión e inspiración, para que todos nosotros como uno, no solamente seamos habitantes de esta casa en bendición sino constructores en este presente de un futuro mejor.
En reconocimiento y bendición.
Rabino Sergio Bergman
