Coti Miranda le respondió a la Justicia
Luego de conocido el veredicto sobre el sonado caso del fideicomiso de Alfredo Ascar, una de sus sobrinas-nietas, Coti Miranda, ofreció algunos detalles a través de su cuenta en Facebook.

De este modo, la joven publicó en su muro que considera que el pueblo de Gualeguay merece saber otra versión de la historia, para lo cual expuso una serie de aclaraciones.
Respecto del fideicomiso, Miranda aclara que este “se realizó en el año 2007, en pleno uso de las facultades mentales del dueño del patrimonio, sin ninguna influencia externa”, que Ascar muere en el año 2011, “después de una operación de corazón”, y que, recién en el año 2014, “se prueba que la hija es verdaderamente hija, por un ADN que así lo certifica”.
En el mismo sentido, destaca que la Presidente del fideicomiso, fraudulento según la justicia, es la pareja del hacendado, doña Rosa Argentina Ahibe, quien, una vez muerto Ascar, decidió “alquilar sin avisar el Balneario Paso de Alonso y la arenera La Victoria con la pretensión de echar del lugar a Francisco Ascar, sobrino del difunto que hacía más de 40 años trabajaba en el lugar”.
Ante esta situación surgida, recuerda Miranda, “Francisco Ascar, padre de los herederos nombrados por el dueño de los bienes, inicia acciones legales contra la presidente Rosa A. Ahibe para seguir trabajando en el lugar que trabaja y vive hace en este momento 48 años”, y agrega que, a partir de allí, “la señora Ahibe es removida de su cargo, y empieza su cadena de mentiras: yo no sabía lo que firmaba”.
También recuerda la joven que, Ahibe, “cuando don Alfredo Ascar estaba en su lecho de muerte, llamó a Francisco Ascar para que solvente los gastos y la ayude”, pero que “cuando quedó viuda, en su carácter de presidente, decide clavarle un puñal por la espalda y echarlo del lugar”.
Respecto del fideicomiso, Miranda remarca que “la figura legal está certificada por la firma de una escribana de Gualeguay quien dice haber prestado un protocolo y no conocer al hacendado”, y acusa a los fiscales de reunir “pruebas de me dijo, me dijeron” y de tomar en cuenta los dichos de Laccoraza, escribana que presta protocolo, y de Rosa A. Ahibe, induciendo que los jueces resuelvan “dejar libre de culpa a doña Rosa A. Ahibe, presidente de la supuesta estafa, y a Silvina Raquel Laccoraza, que presta protocolo, como si se tratara de una adolescente que presta ropa.
Por último, la joven Miranda denuncia que, “el 23 de noviembre, el Poder Judicial, entre los que tenemos al esposo de y al sobrino de, guiándose por los dichos de ciertos testigos, condena a prisión o tareas comunitarias a los padres de los menores, porque, para el Fiscal Dardo Tortul, no es poco ser padres, según palabras textuales, y advierte que “los tres poderes del Estado están contaminados por la misma palabra: dinero”.
Gualeguay21