Denunció abusos sexuales y la despidieron
El pasado fin de semana, la sicóloga que intervino en la denuncia a un presidente de Junta de Gobierno por el abuso sexual de dos menores, y que podría sumar nuevas, fue informada de que no tenía más su trabajo, mientras que la política se insinúa detrás de todo esto.

La profesional, Anabela Maggioni, que depende del Copnaf y de las Juntas de Gobierno, fue informada por las juntas de los distritos 7mo y 8vo, una de las cuales es presidida por el acusado, Germán Caballero, de que a partir de la próxima semana otra sicóloga tomará su lugar.
La comunicación fue de modo totalmente informal, a través de un WhatsApp, por parte de la Secretaria de la Junta del Séptimo, Gisela Giménez, quien, casualmente, es sobrina del presidente acusado.
Reseña
En primer término, vale recordar que, a mediados del año pasado, la sicóloga Maggioni, encomendada por el Copnaf y las juntas para detectar y resolver cualquier vulnerabilidad de derechos en el territorio, tomó conocimiento de esta aberrante situación.
Según las versiones circulando en el territorio, un hombre con poder, Caballero, se aprovechaba de eso para abusar sexualmente de niñas, lo cual no solo era vox populi en los distritos, sino que era sabido por los referentes locales de la salud pública, de la educación y de la policía, sin que ninguno hiciera nada al respecto.
Cumpliendo con sus responsabilidades, por las cuales percibe 10 mil pesos mensuales, la sicóloga asistió a las familias de las víctimas logrando ya que los primeros casos llegaran a la Justicia, donde prosperaron y, si todo funcionara como debería, en lo inmediato deberían llevar a juicio a Caballero, quien, a pesar de la seriedad de la acusación, y las pruebas obtenidas, sigue en libertad.
Connotaciones políticas
Como se sabe, la política imperante en Entre Ríos desde hace más de una década ha cooptado todas las carteras del gobierno desde sus bases, de modo de que, de una u otra manera, todos respondan al interés político del gobierno provincial. Así es hoy en la Educación, en la Salud, en la Policía, en la Justicia, en el Copnaf, y en tantos otras.
Pero nada de todo esto hubiese pasado si los referentes locales hubiesen, como siempre hicieron y hacen, encargado el trabajo a una profesional militante y conocida, y no a una porteña responsable y comprometida con su tarea. Si no fuera por ese “desliz”, los abusos continuarían hoy naturalmente como sucedía antes de su llegada.
Ahora bien, cuando la labor de la Lic Maggioni afectó a uno de los alfiles de Luis Erro en el 7mo Distrito, donde éste pretende ganar las próximas elecciones, se produjo la reacción esperable: desacreditar a la joven y removerla del cargo, sin importarles el abuso cometido a las criaturas. Así fue que todas las carteras gubernamentales cerraron filas para proteger a Caballero de las acusaciones.
En este sentido, no es un dato menor que Erro, a quien se le inventó un cargo político en el departamento luego de ser intendente, ahora sea candidato a Senador y lidere la campaña, ni lo es que el director de escuelas, Martín Müller, ahora sea su candidato a intendente, y el responsable del Copnaf, Martín González, a primer concejal, todos por el oficialismo provincial.
Tampoco lo es que la Coordinadora de la Salud Pública en los distritos sea la Dra Lidia Bustos, incondicional de Erro y esposa de Juan Paredes, coordinador de juntas por el oficialismo.
Por último, tampoco es casualidad que el Jefe de Policía, el Comisario Marcos Schmuck, haya forzado la salida del Comisario Mario Utelmark de la comisaría del 7mo, quien mantenía a raya a Caballero y simpatizaba con Cambiemos.
Por otro lado, tampoco sería casual que no se tomen medidas respecto a una denuncia de Maggioni sobre que la Giménez, de la junta del 7mo, no habría repartido todas las partidas de dinero recibidas de parte de la Provincia para apoyar a las familias beneficiarias.
Ni tampoco lo sería que un caso de abuso sexual perpetrado por Caballero en el pasado contra una enfermera no haya prosperado en la Justicia.
Nuevos casos
Más allá de todo lo expuesto, lo cierto es que en el territorio dicen que son más los casos de abuso que se le adjudican a Caballero, y que habría víctimas que ahora, luego de las dos denunciantes, se animarían a hablar.
Como las potenciales víctimas también estarían siendo asistidas por la Lic Maggioni en el marco de sus derechos, y podrían materializar sus denuncias penales, el escándalo amenaza con afectar la campaña de la lista oficialista, la cual, de por sí, ya está complicada.
De este modo, pareciera ser que, para neutralizar esta amenaza, a los referentes locales de Bordet no les habría quedado otra cosa que remover a Maggioni y congelar los procesos en la Justicia, tal cual lo han hecho con Erro y Rubattino, algo que harán con cualquier “compañero” que la Justicia sorprenda delinquiendo y que pueda entorpecer la campaña.
La campaña hacia las PASO tendrá lugar durante las próximas tres semanas, período durante el cual, seguramente, pretenderán neutralizar cualquier aspecto negativo que afecte la campaña.
Conclusiones
A partir de este caso, junto con muchas contradicciones, salieron a la luz muchas de las miserias que el gobierno provincial consiente en el territorio. Mientras que, por un lado, dice luchar contra las vulneraciones de derechos, por el otro, articula el encubrimiento de quienes los vulneran.
El desafío hoy de la sociedad gualeya es terciar en esto de modo de que se preserve el estado de derecho de los inocentes afectados por este estado de injusticia, sean las criaturas o sea la trabajadora que tuvo la iniciativa de protejerlas.
Norman Robson para Gualeguay21