El amor: de la magia a la utopía
Siempre escucho decir que a alguien se le acabó el amor por su pareja, algo así como que el auto se le quedó sin nafta, o que se le terminó la yerba. O escucho quejarse de que se les apago la llama de la pasión, como si se trata del piloto de la estufa. Siempre escucho que se refieren al amor como algo mágico, y solo es humano. La gente no llega al mundo con el tanque lleno de amor, ni con una llamita prendida. El amor no es magia, ni nosotros somos magos. El amor es un producto que se cultiva, y se desarrolla según quienes lo cultiven, aunque pueda resultar una utopía.

Para abordar esto del amor entre parejas hay que saber responder a las preguntas que todos se hacen al respecto: Qué es, cómo funciona, cuál es el desafío, qué es enamorarse, cuál es el compromiso, cuáles son los recursos que disponemos para tener éxito, y cómo lo mantenemos. Empecemos.
1. ¿Qué es el amor?
Los seres humanos, a diferencia de los animales, fuimos bendecidos con ciertas capacidades extraordinarias, como sentir, pensar y amar. Las percepciones, los pensamientos y el amor no son volúmenes, sino que son los productos involuntarios de esas capacidades, ya que uno no puede dejar de sentir, o pensar, o amar. Uno no puede dejar de recibir percepciones, ni de tener pensamientos, ni de sentir amor, solo podemos cultivarlos de la mejor forma posible.
2. ¿Cómo funciona el amor?
Así como sentir es el proceso de percibir el exterior, y pensar es el proceso de asimilar esas percepciones y convertirlas en concepciones, amar es una de las formas en que uno comparte esas concepciones con los demás en general y con su pareja en particular. Claro está que las características de cada percepción, pensamiento y amor define la identidad de cada individuo.
3. ¿Cuál es el desafío del amor?
Ahora bien, una persona puede manejar esos procesos bien o mal, según sean sus capacidades, y, como todo el mundo, puede cometer errores. Puede equivocarse al interpretar el exterior, al concebirlo, y, también, al compartir amando o de alguna otra forma. El desafío del ser humano es detectar los errores, reconocerlos, y enmendarlos del modo menos costoso.
4. Un ejemplo de amor
Cuando uno camina solo, puede equivocar el camino, o puede salirse del camino, y puede perderse, porque vio mal las señales, o no las vio, o las malinterpretó, y, en consecuencia, no llegó, o llegó más tarde, con las consecuencias que todo eso tiene. Uno no dice “se acabó el tiempo” y se tira a llorar en una cama, sino que busca detectar los errores, reconocerlos, y corregir el rumbo. Pero cuando son dos que caminan de la mano, la cosa es muy distinta, y sobresale la importancia del compromiso asumido al enamorarse.
5. ¿Qué es enamorarse?
Así como no existe el amor como producto de la magia, tampoco existe ese enamoramiento mágico que nos prometieron. Uno no descubre el amor. Lo del bichito es una vil mentira. Cada uno decide a quien amar, y el amor prospera si, y solo si, el otro acepta amarlo. En esto tiene mucho más que ver la suerte que la magia. Lo fortuito es el encuentro de dos personas cuyas personalidades congenien tanto como para justificar la apuesta al compromiso de unirse.
6. ¿Cuál es el compromiso del amor?
Más allá de la convivencia, y del contrato formal o informal que resulte, es imposible consolidar cualquier unión sin un real y honesto compromiso de las partes, comprendiendo y aceptando el concepto de unión que acuerden en toda su dimensión. Las pautas de este contrato de palabra responden a las expectativas que tiene cada uno del otro, las cuales deben ser respetadas hasta tanto se acuerde, de palabra, modificarlas.
7. ¿Cuáles son los recursos del amor?
Si bien en esto no hay ninguna fórmula de éxito, hay recursos que cada parte debe desarrollar para transitar armoniosamente una relación de este tipo, y que son más importantes que ser fiel o corresponder. Ser honesto y comunicativo son primordiales, pero también son importantes aceptar, saber reconocer, tolerar y acordar. Si no se cuenta con estos recursos, seguramente, será más fácil decir que “se acabó el amor”, o que “se apagó la llamita de la pasión”.
8 ¿Como se mantiene el amor?
Es fácil: siendo honestos, entendiendo que ambos deben cultivar ese intercambio de amor, y que, cuando hay problemas, se deben detectar, reconocer culpas y enmendar o no, según se quiera y acuerde. En esto no hay culpas compartidas, solo hay culpas que son de uno u otro, y no son negociables, nada más hay que aceptarlas, mientras que la decisión de enmendar o no el problema es de las partes, las cuales pueden contemplar el problema en el contrato o romperlo. Sea cual fuere la situación, la honestidad los habrá protegido de cualquier frustración.
Conclusión
El amor no es gratis. En el amor uno busca y elige, después uno acepta y se hace cargo, sin nada de magia, ni de misterio, solo respeto y algo de suerte. Si esperamos menos magia del amor y le ponemos más honestidad a las relaciones, el éxito va a depender menos de la suerte.
Norman Robson para Gualeguay21