15 mayo, 2025 12:33 am
Rectángulo Image

Escándalo involucra a jefes policiales

Un hecho de violencia de género seguido de intento de femicidio, y, luego, de frustrado suicidio, ocurrido semanas atrás en la ciudad de Victoria, ahora parece involucrar a otro funcionario policial en lo que sería un escandaloso caso de encubrimiento por parte de la propia cúpula mayor de la Policía entrerriana.

BLANCO-NEGRO

La noticia se conoció semanas atrás en la vecina ciudad como un intento de femicidio y posterior intento de suicidio, ambos frustrados, luego de una imaginada infidelidad. Si bien lo ocurrido conmocionó a la ciudad, los pormenores del caso, curiosamente, quedaron ocultos, hasta que, por estos días, quien habia intentado suicidarse, comenzó a comunicar su versión de lo ocurrido.

La versión oficial de aquel momento, avalada por la propia Jefatura de esa ciudad, refiere a que un funcionario de esa departamental, de 35 años, asignado a la división de Investigaciones, una persona de carácter impulsivo, celoso y controlador, que mantenía una relación informal con una joven de 27 años, imaginando una infidelidad de parte de ella, le propinó una golpiza y quiso dispararle, pero falló el arma. (Era el arma reglamentaria)

Por tal motivo, según la versión original, se ordenó la detención del policía, pero el funcionario se encerró en su casa y, a pesar de los ruegos de compañeros y amigos, se pegó un tiro, con la intención de quitarse la vida. Al fracasar en el intento, fue derivado al Hospital San Martín de Paraná, donde quedó internado grave, en terapia intensiva, y en carácter de detenido por violencia de género.

Como el agresor estaba inconsciente, con pronóstico reservado, e imposibilitado de dar su testimonio de los hechos, la versión oficial pudo instalarse cómodamente, mientras que otra versión, que también llegó a distintos medios de la provincia, nunca fue ventilada, ya que no podía ser corroborada.

Ahora bien, por estos días, semanas después de todo aquello, trascendió, ya con más fuerza, la otra versión de lo ocurrido, bastante diferente de la anterior. La misma refiere a que al policía le habrían dado datos de una infidelidad de su pareja, con quien habría mantenido una relación nada informal, y, luego de corroborarla, se habría desencadenado toda esta situación.

De acuerdo a esta nueva versión, cuando el policía estaba trabajando, otro policía, pero de alto rango, de otra ciudad, habría aprovechado la oportunidad para visitar a la joven. Enterado de esto con datos precisos sobre el encuentro, el hombre, aquella misma mañana, habría confirmado personalmente todo al ver él mismo a la joven con el policía en el auto en que éste se trasladaba.

Como, según la nueva versión, el policía de alto rango sería casado, habría estado uniformado, y usando el auto oficial de su Jefatura, la Policía de Victoria evitó que se ventilaran estos datos, e, inmediatamente, puso en conocimiento a las autoridades provinciales del hecho, y de las implicancias escandalosas del mismo.

Tan así habría sido que el propio Jefe de Policía provincial viajó a Victoria para asegurarse que ni la Policía ni la Justicia ventilaran la intimidad de estos hechos, y al policía le dieron licencia, la cual aprovechó para irse de vacaciones al Caribe con su esposa.

Por otro lado, también trascendió que el encubrimiento de la propia jefatura provincial habría obedecido a la irregular gestión que lleva adelante el funcionario en la jefatura a la cual está asignado, con un manejo discrecional de los adicionales de su personal, y con la utilización de estos, y materiales, en la construcción de su vivienda particular, en otra ciudad de la provincia. Situación a la que se le agrega el malestar general del funcionariado ante tantos abusos.

De confirmarse la nueva versión, se trataría de un hecho de instancia íntima, como la infidelidad, que no merecía la atención de la prensa, pero que, al estar involucrado un alto funcionario público, utilizando recursos oficiales para su uso particular, se volvería un hecho de corrupción de interés público. Más aún al derivar en un hecho se sangre, y, más aún, si la cúpula mayor de la Policía lo ocultó. De ser todo así, se estaría frente a un escándalo público que tendría imprevisibles implicancias.

De no mediar algún arreglo espurio, todo comenzará a revelarse a partir de las declaraciones del imputado, quien en breve estaría en condiciones de declarar, y reconocería el hecho de violencia contra la joven, pero relataría los pormenores que lo provocaron, desencadenando, inevitablemente, el escándalo.

Gualeguay21