Escuela local se destacó con sus postres
En la Escuela de Enseñanza Técnica Nº 2 Olegario Andrade, de nuestra ciudad, se desarrolló hace unos días el V Torneo Gastronómico Provincial impulsado por el Consejo general de Educación, en el que participaron un centenar de alumnos de seis establecimientos educativos de la provincia.
UNO Entre Ríos rescató este evento señalando que, además de la institución anfitriona, estuvieron presentes las escuelas técnicas Almirante Guillermo Brown de Paraná, Doctor Osvaldo Magnasco de Rosario del Tala, José María Sobral de Gualeguaychú, y Ana Urquiza de Victorica de Concepción del Uruguay.
Con distintas propuestas evaluadas por un exigente jurado, la escuela de la capital entrerriana sorprendió con sus creaciones y cosechó un récord de siete premios en total, entre ellos el primer puesto que se llevaron los chicos de 4° año con un plato dulce hecho con “un sorbete de zanahorias y naranjas con una salsa de arándanos, sobre una de masita elaborada con una harina de almendras; y una mousse de crema de palta y arándanos”, según contó a UNO Lilian Schechtel, jefa de taller de Gastronomía de la institución.
“Se trata de un torneo gastronómico organizado desde la Dirección de Educación Técnico Profesional, en el que participan todas las escuelas que tienen una tecnicatura vinculada a la Gastronomía, con la presencia de todo el ciclo superior, desde 4° a 7° año”, señaló Schechtel, y subrayó que más allá de la instancia competitiva, “la idea del torneo es que se produzca más bien un intercambio de experiencias entre los chicos y que pongan en valor sus conocimientos, desarrollándose en una forma autónoma”.
En esta oportunidad, una de las consignas principales se basó en preparar “los postres de la abuela”, rescatando los sabores y saberes de otras generaciones. “La propuesta está basada en los contenidos curriculares, pero los alumnos le ponen a esos contenidos algo diferente, que se encuadra en la consigna que se les da en cada oportunidad; 4° año trabajó sobre postres: eran los postres de la abuela y ellos tenían que buscar sobre postres clásicos y darles un toque de originalidad y reconvertir esos platos”, comentó Schechtel.
En este marco, explicó: “Antes de esta práctica, los chicos junto con sus docentes tienen que investigar muchísimo sobre la temática designada para trabajar en el torneo. En esta oportunidad fueron postres de la abuela; en otra, postres regionales o alguna otra variante. Cada año se les asigna una temática y se evalúa en los contenidos que ven cada uno en su año”.
Si bien Schechtel mencionó que los chicos se preparan muchísimo para este certamen, confió que no esperaban recibir tantos premios: “Dos o tres esperábamos traer, pero la verdad fue una sorpresa que nos entregaran siete. Es una alegría hermosa. En mi caso, como docente es un orgullo, porque voy viendo crecer a los chicos, ya que me toca darles clases desde que inician con las prácticas hasta el día anterior al torneo, y la verdad es estimularlos constantemente para que no decaigan, porque no siempre las cosas salen como se planean, sino que hay un montón de inconvenientes también. Este proceso los lleva a tener que practicar muchas veces lo mismo y el tema económico es una dificultad; entre todos colaboramos para que ellos puedan continuar y no se les haga tan pesado”.
Schechtel también indicó que los profesores deben motivarlos hasta el último día: “Porque están cansados ya, y es el último empujoncito. Después es una satisfacción enorme saber que el esfuerzo valió la pena con tantos reconocimientos”, expresó.
Por otra parte, mencionó con entusiasmo: “A mí me toca ir probando lo que van haciendo, porque nosotros vamos dando una opinión sobre la combinación de sabores, las texturas, qué ingredientes les conviene más, si en mayor o menor medida una crema, si deben sacar o poner una gelatina sin sabor, si tienen que darle más o menos frío para que realce el sabor”.
UNO también señaló que, además de la Tecnicatura en Gastronomía, en la EET N° 2 también hay una orientación en Diseño de Indumentaria y fueron los alumnos que eligieron esta especialidad los encargados de confeccionar los uniformes con los que trabajaron los flamantes cocineros que presentaron sus platos en Gualeguay ante un “jurado que era interdisciplinario”, según la docente, quien refirió: “Había nutricionistas y profesores de otras áreas que también competen a la gastronomía, por supuesto”.
“Se evalúa la organización en la cocina, la dinámica con la cual los chicos se mueven; también es muy importante para ellos ver cómo van resolviendo distintos problemas, porque si bien los alumnos practican muchas veces la preparación de los platos, en el momento surgen distintas dificultades que tienen que resolver, y los van evaluando”, dijo Schechtel, y agregó: “Otro aspecto que se tiene en cuenta además es cómo definen el plato y lo fundamenta cada grupo, el por qué de la selección de cada ingrediente y no otro; también la textura, el sabor, la combinación de sabores y la contextura con la que se presenta cada plato eso es muy importante”.
Además de consagrarse con la propuesta de postres de 4° año, otros cursos ganadores fueron 5° y 6° año, en la categoría de plato principal, 7° año también se alzó con un primer puesto; y la escuela obtuvo el segundo lugar en “equipo institucional”.
Sobre este punto, la jefa de Taller manifestó: “Participa un estudiante de cada año con lo que se llama un plato sorpresa; trabajando un chico de cada curso de 4° a 7° año, quienes deben conformar un plato con los ingredientes que le dan en ese momento. Tienen que improvisar, y es todo un desafío trabajar entre ellos. La verdad es que es muy interesante ese tipo de competencia”.
Gualeguay21