Gacetilla paternal…
Como todos los días, reviso mi correo. Alguien me envía la gacetilla policial de mi ciudad: Gualeguay.
Tengo un especial querer por la policía de Gualeguay.
Mi querer especial se explica con la foto que acompaña éstas palabras, hace muchos años, mi bisabuelo, don Pedro Pablo Zapata, segundo de la izquierda abajo, posaba orgulloso como Jefe de la Departamental en el patio enorme del cuartel de policía de Guleguay…mi bisabuelo fue de los pocos jefes civiles en la historia de la Policía de Gualeguay.
El título de la gacetilla que recibo me llama la atención, es demasiado contundente: “Tres precoces patoteras”.
Digo, es raro que un funcionario policial califique con adjetivos en una gacetilla con sello oficial.
Una bajada con información, bien, y luego un párrafo de tono más Editorial que informativo, se balancea entre lo moral y la opinión. Leed: “Cuando uno cree que en los vertiginosos tiempos que vivimos no nos queda nada nuevo por ver, siempre aparece algo que nos hace preguntarnos hasta cuándo. Esta vez fueron tres jovencitas, de las cuales ninguna supera los 15 años que sin sentido, ni razón – si lo hubiera- recorrieron las calles de la ciudad con una violencia en su alma que uno no alcanza a entender.”
Así es, yo también me asombro del contenido de la gacetilla, y no por la redundancia del “nos hace preguntarnos…”, sino por los comentarios, las calificaciones, las adjetivaciones y las liberalidades literarias y morales que nos brindan opinión más allá de los hechos… y digo, si bien es raro que un funcionario policial se sorprenda de la violencia juvenil, más raro es que no alcance a entender la policía “la violencia en su alma…”
Luego la gacetilla comenta que Agente Fiscal de turno dispuso ciertas diligencias, como el traslado a la jefatura de la detenida para su correcta individualización y posterior entrega a sus padres y un allanamiento al domicilio de las otras dos “patoteras” en el barrio Islas Malvinas…
Casi al final, el tono de la gacetilla se vuelve paternalista, comenta que “…el Jefe Departamental de Policía junto al Jefe de Operaciones, tratando de ahondar un poco en la situación familiar, mantuvieron una charla con Ofelia, la madre de la menor detenida, donde el objetivo primero fue comprometerla en la contención pero también en la reprimenda de su hija, ya que por más que desde esta jefatura se haya llevado a cabo la aprehensión, la raíz del problema no está en otro lado, que no sea en el seno familiar.”
En el corolario de la gacetilla, el incipiente escritor uniformado, agradece a Dios que las cosas no hayan pasado a mayores, dado el tamaño de la navaja utilizada por las menores.
Así las cosas. Entre políticos que navegan las aguas del oportunismo y la voracidad en lo que todos llamamos “curro” pero ellos insisten en llamar gestión, una justicia viciada de garantismo y enferma de aburguesamiento, medicada con altas dosis de sueldos siderales, y una policía que moviliza al Jefe para darle consejos a una mamá que necesita cincuenta años de políticas serias y no media hora de parlamento moral… en ese fangal nos hundimos los argentinos cada día, hacia el abismo de la disgregación.
Entre la foto de mi bisabuelo y estas palabras de su bisnieto, hay un abismo. Un abismo de país, y un abismo de decadencia infinita… que hemos construido entre todos. Eso sí, algunos con más responsabilidad que otros.
Horacio R. Palma, Escribidor Contumaz, para Gualeguay 21
Foto: Don Pedro Zapata (Abajo, segundo desde la izquierda)