¿Invasión K a la AFIP local?
Gran preocupación causó en la comunidad administrativa gualeya el desembarco de funcionarios de Gualeguaychú en la distrital local de la AFIP la semana pasada.

De acuerdo a lo trascendido, a partir de la remoción de las responsables de la oficina local de la AFIP, aterrizaron en la misma cinco hombres de Gualeguaychú sin antecedentes en la Agencia y sindicados como “amigos” de Guillermo Michel, controvertido ladero K de Ricardo Echegaray.
Esta situación comenzó a conocerse a partir de la sorpresiva noticia de que la Administración Federal de Ingresos Públicos, a través de su Disposición 642/2015, resolvía remover de sus funciones a la Cdora. Cristina Arias de la Jefatura de la oficina distrital local, y a la Dra. Cecilia Moreno, responsable de Recaudación de la misma repartición.
De acuerdo a lo publicado en el Boletín Oficial, reemplazaban a las gualeyas de impecable foja de servicios dos profesionales de la vecina ciudad de Gualeguaychú, el Dr. Cesar Ismael Spagnol y el Cdor. Germán Ramón Pereda, quienes se suman a otros tres empleados de la misma ciudad incorporados recientemente.
Cabe destacar que todas las incorporaciones fueron realizadas arbitrariamente sin priorizar la postulación a los puestos por parte de vecinos de la ciudad de asentamiento, tal cual lo requiere el laudo laboral que rige a los trabajadores de esta repartición.
Amén de la remoción arbitraria y compulsiva de las profesionales locales, sin ninguna causa, y de las desprolijidades administrativas incurridas en las incorporaciones, causó consternación la estrecha vinculación de todos los nombrados con Guillermo Michel, un cuestionado contador de Gualeguaychú, muy allegado al Pemo Guastavino, que hoy es un funcionario K al frente de la Aduana, y que ya hicieron famoso los medios nacionales por estar sospechado de conformar empresas fantasmas, de estar vinculado a narcotraficantes, de estar relacionado con la ex SIDE, y de estar sindicado como participe en una jugosa lista de ilícitos.
Lo tan llamativo de la movida, la cual se da en todo el territorio nacional, es que tuvo lugar pocos días antes de asumir el nuevo gobierno, con personas recién ingresadas a la Agencia, todas amigas de un sospechado funcionario K, y en un área tan estratégicamente sensible como lo es la recaudación tributaria por la delicada información que se maneja.
Por último, cabe destacar que estos nuevos funcionarios toman puestos estratégicos en una oficina distrital de gran recaudación, con un volumen superior en un 40% a su par regional de Gualeguaychú, y donde a la remoción de los jefes de carrera se suma la inminente jubilación de dos funcionarias, dejando, en poco tiempo, toda la operación de la distrital en manos de los mismos.
Ante la curiosidad de darse todo en el marco de un nuevo gobierno y, por consiguiente, de nuevas autoridades, se pudo saber que cualquier revisión tendría lugar en un término de meses, sino años, lo que sería tiempo suficiente para cualquier plan ilícito que se pretendiera llevar a cabo.
Al mismo tiempo, algunos contadores locales también planteaban la preocupación sobre la posibilidad de que mañana se pierda la distrital y se concentre todo en la vecina ciudad de Gualeguaychú, a la vez que varios profesionales de grandes estudios confesaron que ya estaban recomendando a sus clientes que “miden” sus actividades a otra distrital “más segura”.
Norman Robson para Gualeguay21