17 enero, 2025 10:47 am
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La culpa del desmadre

En nuestra sociedad, el orden en la convivencia se establece por leyes, las cuales deben ser cumplidas por sus ciudadanos y deben ser impuestas por las autoridades. Cuando las leyes no se cumplen, y la convivencia se desordena, es solo culpa de las autoridades, nunca de los vecinos.

BLANCO-NEGRO

El DNU presidencial del pasado 20 de marzo dispuso el Aislamiento Social y Preventivo Obligatorio en todo el territorio nacional, con las exceptuaciones del caso, para asegurar el orden, la alimentación y la salud frente al devastador avance de un desconocido virus. Se trata de una ley que debe ser cumplida y hecha cumplir, las 24 horas del día y los 7 días de la semana.

En el caso particular de lo dispuesto por esta ley, el orden alcanza a las personas en la vía pública y a las actividades comerciales. Salvo las exceptuaciones, ordena a las primeras a quedarse en casa y a las segundas a suspenderse.

La idea es que, de ese modo, la propagación del virus se contenga lo más posible, resguardando la salud de toda la población. Pero, como el orden, la salud y la alimentación son vitales para la vida humana, en esto se fundaron las exceptuaciones.

Cabe destacar que las autoridades en este caso son, por un lado, el poder político, y, por el otro, las fuerzas de seguridad. O sea, la Municipalidad y la Policía, y ambas cuentan con recursos técnicos y legales suficientes para cumplir sus responsabilidades.

Para ello, ambas deben hacerse presentes en el territorio imponiendo el orden dispuesto por el DNU: que quienes deben estar en su casa no estén en la calle, y que los negocios que deben estar cerrados no estén abiertos. Ese es su trabajo. Y los recursos con que cuentan son, para la Policía, la detención de las personas que violen la norma y su disposición ante la Justicia Federal, y, para la Municipalidad, la clausura y penalización económica de los negocios que violen la norma.

Lamentablemente, y a pesar de que la ley se encuentra vigente en toda su dimensión, en nuestra ciudad, Gualeguay, tanto la presencia de personas en la calle como la apertura de los comercios se ve exageradamente liberada.

De acuerdo a lo que se pudo averiguar, existiría un permiso municipal de algún tipo a abrir parcialmente los negocios, lo cual no solo sería informal, sino, más que nada, ilegal. Si bien esto no se puede confirmar, si se puede ver que existe un consentimiento municipal, ya que no los obliga a cerrar.

Por su parte, la Policía se ve presente en la calle, en distintos puntos de la ciudad, deteniendo personas, registrándolas y, en algunos casos, deteniéndolas y poniéndolas a disposición de la Justicia.

Pero esta liberación comercial encubierta a algunos hizo que otros los imitaran e invitó a la gente a tomar la calle, generando el desmadre quede apreció estas últimas jornadas.

Frente a esto, la Municipalidad, en lugar de cumplir haciendo su trabajo, saliendo a la calle a imponer el cumplimiento de la ley, sale a decir que, recién dentro de una semana, va a limitar el tránsito según el número de patente, cuando el tránsito ya está limitado por las exceptuaciones dispuestas a partir del DNU.

De este modo, queda a la vista quienes son los ausentes, y quienes inventan nuevas normas para disimular el incumllimiento de otras. O sea, queda a la vista quien tiene la culpa del desmadre.

Mientras escribo esto, y, seguramente, mientras sea leído y debatido, algún televisor estará computando muertos e infectados, y algún irresponsable estará inventando excusas para no trabajar ni cumplir con la ley.

Norman Robson para Gualeguay21

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