15 mayo, 2025 3:08 am
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La historia de una deuda

Al asumir como intendente de Gualeguay en 2015, Federico Bogdan debió tomar muchísimas decisiones, algunas de las cuales fueron desacertadas y que hoy pueden costarle muchos dolores de cabeza.

BLANCO-NEGRO

Consumado el arribo de una nueva política al poder, quienes llegaban a la comuna de su mano enfrentaron un dilema común: qué hacer con los chanchullos del pasado, esos que involucraban a casi todo el padrón de proveedores del municipio, muchos bien conocidos.

Entre todos estos controvertidos proveedores estaba la empresa 2 Arroyos, la cual había aterrizado en Gualeguay de la mano del multiprocesado ex intendente, Luis Erro, para consumar un ambicioso plan de obras públicas, aprovechando las mieles de la relación con el Ministerio de otro multiprocesado, Julio Devido.

De ese modo, muchas fueron las cuadras asfaltadas por esta constructora en sintonía con la Gestión Erro, las cuales no solo comenzaron a detonarse de innediato, sino que su contratación adoleció de varias desprolijidades que trascendieron porque nunca pensaron perder las elecciones de 2015.

Una de esas desprolijidades, por 70 cuadras en el marco del Plan Más Cerca, derivó en una deuda de 5,4 millones, de las cuales la Gestión Erro pagó solo 1,4 millones, mientras que el saldo de 4 millones, aunque las obras fueron realizadas, no están debidamente documentadas y el plan caducó a nivel nacional.

Tan es así que la constructora realizó ese reclamo ante Nación, y siempre mantuvo un estrecho vínculo con la Administración Bogdan desde un principio, con la cual siguió trabajando desde su asunción.

Es precisamente al comienzo del gobierno de Bogdan, con un evidente ánimo de congraciarse con éste, que 2 Arroyos se sumó a “darle una mano” con el problema de la creciente, no solo prestándole bombas de agua, sino, también, con el movimiento de tierras a cambio del gasoil.

Superada la contingencia, se acordó, también desprolijamente, un aporte del Gobierno Provincial, prometido por el propio Bordet, de 600 mil pesos, en agradecimiento por la “gentileza”.

Tanta fue la sintonía entre la Administración Bogdan y 2 Arroyos que, en abril del 2016, el intendente y Félix Paredes, titular local de la firma, brindaron una conferencia de prensa en el propio despacho del Presidente Municipal.

De este modo, entre estas dos cuestiones se concentra el grueso de la deuda que ahora reclama airadamente la constructora, cuando, desde el 2016 hasta ahora, venía trabajando normalmente con el municipio y bien aprovechando “la amistad forjada”.

Ahora bien, a partir de un programa televisivo se ayer miércoles por la noche, 2 Arroyos se manifiesta “enojado” porque Bogdan dijo que “la Municipalidad no tenía deudas” y que, por ello, iniciará acciones legales, etcétera, etcétera.

A simple vista, resulta casi evidente que todo responde a una cuestión política, seguramente vinculada con las pretensiones de Luis Erro de volver al poder y repetir su estafa pública.

De ser esto cierto, estaríamos ante el inicio de un contraataque político del kirchnerismo, un especialista en estos manejos que se encuentra más que motivado por sus ansias de poder.

Lo que si queda claro, es que la Administración Bogdan pecó de infantil e inocente al no haber denunciado ante la Justicia la estafa de las calles que se detonaron, incluso, dentro de su periodo de garantía. Pecados que de no corregirlos puede poner en riesgo el futuro político del cambio.

Norman Robson para Gualeguay21