18 mayo, 2025 7:57 am
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La paja y el trigo de un magnicidio

Hace cinco años atrás, se encontró muerto en su baño a un fiscal que llevaba 18 años investigando la voladura de la Amia en 1994 y estaba por denunciar, ante el Congreso de la Nación, un supuesto encubrimiento del gobierno argentino. Para saber qué es cierto y qué no de todo lo que se dice, hay que apartar la paja del trigo.

BLANCO-NEGRO

En otras palabras, en la Argentina, desde hace 26 años, se mantiene impune, con total alevosía, el asesinato de 85 personas, a la vez que ya pasaron 5 años de la controvertida muerte del fiscal que lo investigaba, mientras los argentinos siguen sin saber, a ciencia cierta, que fue lo que pasó.

Mucho se dice, Pero los hechos ciertos y concretos se confunden con las arbitrarias presunciones de unos y otros, y se sume en la nebulosa de la incertidumbre un grave magnicidio y un atentado terrorista de dolorosas consecuencias.

Es por eso que, para apartar la paja del trigo, y quedarnos con el trigo limpio de esta historia, a continuación, realizamos una reseña sintética de aquellos hechos que son indiscutibles, de modo que el lector pueda, a partir de allí, saber qué es cierto e indiscutible de todo lo que ha escuchado.

Más allá de esto, hay un testigo irrefutable del atentado a la Amia y de la muerte de Nisman: el tiempo. 26 años y 5 años sin el esclarecimiento de estos crímenes. Un tiempo que despierta vergüenza y hace hervir la sangre de indignación.

Reseña

1997: Nisman es invitado por la propia Justicia a sumarse al equipo que llevaba adelante la investigación de la voladura de la AMIA.

2004: Nisman es designado por Néstor Kirchber al frente de la causa AMIA y a Jaime Stiusso, jefe de contraespionaje de la Side, para que lo ayude.

2008: Nisman descarta la pista siria y su conexión local, investiga un vínculo del atentado con el gobierno de la República Islámica de Irán y la organización terrorista Hezbolá, y denuncia al gobierno de Menem por intentar desviar la investigación.

2009: Nisman no puede avanzar por la falta de colaboración de Irán, pero se opone a un memorándum de entendimiento con ese país porque no podría enjuiciar a los sospechosos en la Argentina.

2010: Nisman denuncia que lo espían y lo amenazan.

2011: Trasciende un supuesto pacto secreto con Irán para olvidar los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA.

2013: Se ratifica el memorándum de entendimiento Argentina-Irán, y los iraníes imputados pueden declarar en Irán.

2014: Nisman sospecha, en base a sendos indicios y muchas escuchas, que dicho Memorándum pretende exculpar a los iraníes a cambio de futuros negocios.

2015: Nisman denuncia al gobierno de Cristina Fernández, y, 5 días después, se lo encuentra muerto, precisamente el día anterior a darle los detalles del caso al Congreso.

Esto es lo que, sin lugar a dudas, pasó. De acá en adelante, el lector puede volver a ensuciar el trigo con toda la paja de los supuestos que le simpaticen, pero no puede, o no debe, olvidar que hay un atentado terrorista, con 85 muertos y más de 300 heridos, impune desde hace 26 años, y que la muerte de quien embistió contra el poder investigándolo lleva 5 años sin ser esclarecida.

Norman Robson para Gualeguay21