Mañana siempre es tarde
Apenas se quebró, un detallado informe fue elaborado por la Secretaría de Obras Públicas para poner en conocimiento del Poder Ejecutivo de entonces la realidad técnica del Viejo Puente Pellegrini.
Desde mucho antes de aquella noche del 5 de noviembre de 2012, el Puente Viejo advertía casi a gritos que ya no le quedaban fuerzas para seguir soportando las crecientes de su querido río Gualeguay.
A partir del primer quiebre, con el objeto de resguardar la integridad ambiental y cultural, desde la cartera técnica municipal elaboraron un informe detallando los daños estructurales y recomendando medidas a tomar de forma urgente.
Dicho informe informaba sobre el estado en que se encontraba el puente, con detalles de los deterioros provocados por la erosión del agua y el trascurso del tiempo, y fue acompañado por el correspondiente dictamen técnico.
De este modo, tal cual se demostraba en las fotos que acompañaron aquel trabajo, se podía observar la ausencia de pilotes de madera, destruidos por la acción del agua, que dejaban ese sector del puente en el aire, sin ningún apoyo.
También, acompañado con imágenes, el informe exponía la gran cantidad de troncos entrelazados en los pilotes y ejerciendo una gran presión sobre la estructura, la cual ya se encontraba muy debilitada, a la vez que remarcaba el gran deterioro de la estructura de madera por el paso del tiempo y del agua.
En lo que respecta a la estructura metálica, el informe resaltó que su deterioro era tan grande que no cumplía con su cometido, ya que gran cantidad de pilotes habían perdido el plomo, algunos se habían desplazado hacia los laterales y otros habían perdido su verticalidad.
En lo que hace al lugar donde se quebró el puente, las imágenes demostraron que, al no observarse sobre la superficie del agua quebraduras de la estructura resistente, la estructura seguramente había cedido en la base misma de los pilotes.
En otra parte del informe, se exponen los refuerzos hechos al puente posterior a su construcción, los cuales son de hormigón armado pero, como se puede ver en las fotos, tiene una grieta en su longitud que permitió el filtrado de agua y la oxidación de sus hierros.
Por último, el informe concluye que la situación todavía es salvable, que urgente deben empezarse los trabajos de demolición en la calzada del puente y desmantelamiento de la estructura de hierro, con el fin de “alivianar” la estructura original de madera, a la vez que aconseja como conveniente que técnicos especializados en el tema analicen el estado de la estructura de madera y determinar la viabilidad de construir sobre ella un puente peatonal de madera.
A pesar del tenor del informe y de la elocuencia de las imágenes, nada se hizo, y los tramos terminaron de desmoronarse en el río, haciendo imposible, o inviable, cualquier recuperación.
Luego de derrumbado del todo el Viejo Puente Pellegrini, el Intendente Luis Erro se lamentó ante los medios: “Queríamos de alguna manera apuntalarlo y evitar lo que pasó. Es una estructura de muchos años y se juntaron muchos palos debajo, lo que ya de por sí impide el normal paso del agua y de embarcaciones. Se forma una especie de dique…”, y solo atinó a poner un cartel deslindando culpas en el Gobierno Provincial.
En lo que hace al Viejo Puente Pellegrini, su historia final nos demuestra que mañana siempre es tarde.
De la extensa muestra de imágenes se extrajeron solo 16 cuya elocuencia bastan para demostrar la gravedad denunciada en aquel entonces y están en nuestra fanpage de facebook.
Gualeguay21