28 marzo, 2025 5:55 am
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Menos marchas, más presencia, más acción

Las manifestaciones embanderadas en la violencia de género llevan años, tantos como lleva el crecimiento exponencial de los femicidios. ¿No es esto señal de que algo está fallando?

BLANCO-NEGRO

Ante esta inquietud, me permito recordar que, en la última década, el Estado colocó la violencia de género al tope de un ridículo ranking de violencias, empoderando de esta forma a la mujer por arriba del hombre fundándose en una presunta inferioridad.

Como contraparte, también detecto, según las crudas estadísticas, la sociedad respondió a toda esta campaña con una escalada de crímenes de género de cada vez mayor frecuencia y atrocidad.

O sea que, mientras se promovía el predominio de los derechos de la mujer por sobre aquellos del hombre, y a pesar de la creciente violencia contra estas, el Estado permaneció ausente y la situación real de las mujeres, cuando víctimas, no cambió en absolutamente nada.

Ahora bien, a pesar de todo esto, nunca nadie se pregunta aún si la solución acertada al problema fue empoderar a la mujer y dejarla sola frente al problema, y las entidades insisten en esos conceptos.

Es más, la sociedad se mantiene indiferente a las mismas estadísticas, muchas veces desdibujadas por sus obsesos cultores, las cuales hablan a las claras de un contundente fracaso de esta seudo-política, donde solo una pequeña porción de las denuncias son veraces.

De una u otra manera, definitivamente queda claro que valorar más la muerte de una mujer que la de un niño o un hombre promueve la injusticia, al igual que empoderar a la mujer más que al hombre promueve el desequilibrio de derechos entre las parejas, y ambas acciones solo tienden a potenciar y promover la violencia en la intimidad conyugal.

Por lo tanto, definitivamente queda claro que algo está fallando y que la estrategia del Estado respecto de este tema se circunscribe a otra estrategia mezquina del mismo para encubrir su ausencia en el territorio, junto a la familia, justo donde un sinnúmero de leyes así se lo ordenan.

De este modo, tal vez, solo tal vez, la solución a la violenta escalada de violencia de género puede pasar por una mayor presencia del Estado junto a las familias actuando según el marco legal vigente.

Norman Robson para Gualeguay21

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