Mi tarjeta
Para estas fiestas quería pintarte una tarjeta linda y glamorosa, como vos te mereces, pero solo tenía conmigo palabras…
Siempre caprichoso, y aunque fuese solo con palabras, te la pinté igual, tomando por pincel mi glosa y por paleta mi corazón…
Así fue que hoy para vos pinté, de fondo, el más lindo cielo que hayas imaginado, de día hacia un lado, de noche hacia el otro…
Completé tu merecido cielo, poniendo, para vos, en el extremo diurno, el sol, y en el nocturno, la luna con todas sus estrellas…
Y, en la base de la tarjeta, pinté tu silueta pequeña, de pie y de brazos bien abiertos, como queriendo abrazar ese semejante cielo…
Una vez que se secó, al dorso, con fina tinta, te escribí mi más sincero deseo: que el mejor de los cielos siempre ilumine tus caminos…
Buena vida, mejor siembra y merecida cosecha…