¿Murió con el virus o por el virus?

En este caso particular, se trató de un adulto mayor de 85 años, cuya vida ya estaba comprometida por una grave enfermedad terminal, a la cual se le habían sumado varias complicaciones, y, al contraer covid-19, terminó falleciendo.

Más allá de la discusión técnica sobre cuál de las afecciones mató al hombre, si el cáncer, el coronavirus, o las complicaciones, lo cierto es que, en ese cuadro delicadísimo, el hombre, sea cual fuera la calidad de vida, sobrevivía,  mientras que, al contraer el virus, dejó de hacerlo.

Dicho de otra forma, y a los ojos de la familia, mientras estaba enfermo, complicado como estaba, él estaba con ellos, y nadie puede decir por cuanto tiempo más lo estaría, a la vez que, al contagiarse con el covid-19, repentinamente, dejó de estar con ellos.

Una discusión similar surgió en los primeros tiempos del Sida, cuando este síndrome contagioso era señalado como causa de muerte de muchos jóvenes y no jóvenes, pero, como la enfermedad significaba una deficiencia inmunológica, la causa siempre era otra enfermedad. Tal es así que no fueron pocas las personas HIV positivas que resultaron víctimas fatales de una gripe.

Entonces, así como en aquella oportunidad fue el Sida el causante de la muerte, hoy es el Covid-19. Antes, cualquier enfermedad grave remataba a los que eran HIV positivos, mientras hoy, el Covid-19 remata a los que sufren cualquier enfermedad grave.

Como conclusión, más allá de la ciencia,  aunque en coincidencia con ella, el causante de la muerte de este hombre, al igual que de tantas calificadas “de riesgo”, es el coronavirus, ya que, al presentarse en estados físicos debilitados por cuestiones de edad o de salud, desencadena su muerte.

Norman Robson para Gualeguay21