Ojos que no ven…
Ayer bajaron a Gualeguay funcionarios provinciales a revisar el estado de las escuelas y no participaron a la prensa. Tal vez lo que ocurre en esta escuela tenga algo que ver, ya que “ojos que no ven…”.
La escuela Soldado Gómez, abandonada por la Educación provincial desde hace más de tres años, recibe más de 200 alumnos de primaria de los barrios Rocamora, 50 Viviendas, 60 Viviendas, San Roque, ATE, Sindicato de la Carne, Holanda, 17 de Octubre, Cangurito, Molino y otros.
Estos niños, por el caótico e intolerable estado de la escuela, en aquel entonces fueron trasladados a la entonces flamante escuela Francisca Herrera de Manauta, colindante con la Soldado Gómez, para recibir su instrucción.
Pero la desidia política de quienes hoy gobiernan ya trajo el caos a la nueva escuela: Falta de agua corriente, baños que no funcionan, goteras por doquier, tanque de agua contaminado, y grandes espacios ideales para la cría de mosquitos del dengue.
Una rápida recorrida por las instalaciones de ambas escuelas imaginándolas a pleno pone la piel de gallina.
Doscientas criaturas y docentes sin baños, sin agua para tomar o lavarse, y jugando entre los pastizales internos es, de por sí, una imagen escalofriante.
Peor es imaginar la realidad nocturna de los establecimientos, absolutamente abiertos y liberados a todo tipo de prácticas.
Todo refiere a desidia, negligencia política, abandono de persona, coerción sin derechos, incumplimiento de deberes de funcionario público, y otros conceptos que no me atrevo a publicar.
Ayer visitaron este lugar autoridades locales y provinciales, pero esta vez no hubo fotos y se aseguraron de que la prensa no estuviera presente. Afortunadamente para ellos, la Soldado Gómez y la Manauta no están a la vista, como lo están las demás. Estas están escondidas detrás del Cementerio y van solo gurises de los barrios, gente que no se queja, y docentes con un gremio ausente solo interesado en la política, aquella que provoca estas cosas.
Transcurre febrero y poco falta para que este espacio esté desbordado por niños de entre 6 y 12 años. ¿A quién le importa…? Primero debemos hacer un pozo a la Normal, y luego ocuparnos de la Marcos Sastre. Esas escuelas se ven, estas otras, no, y ojos que no ven corazón que no siente, y bolsillo que descansa.
NdeR: Se recomienda ver las imágenes en la fan page de Gualeguay21 en Facebook)
Norman Robson para Gualeguay21