Papás felices y niños con derechos
Hoy es el día del padre en la Argentina. Saludo a todos ellos. Jóvenes y adultos, de pocos o muchos hijos. La palabra papá abarca realidades diversas o disímiles, y me es difícil incorporarlas a todas en estas líneas, aunque mi deseo es poder rezar por la totalidad y abrazarlos en este día.

Está como modelo el que engendra y continúa comprometido con la vida. Acompaña en los primeros pasos, los primeros fracasos, los primeros festejos… Y en los siguientes, los siguientes… y así. Son quienes dicen presente toda la vida. Con esfuerzo y alegría educan en el amor, promueven la solidaridad, inician en la fe.
Me uno a los dolores de los papás por ausencia de trabajo, por no dar lo suficiente, lo necesario.
También en muchos hogares hay ausencia de figura paterna, quedando a cargo de la mamá la organización y mantenimiento de la familia. La mujer se multiplica para dar las respuestas necesarias.
En otros casos la figura del papá está deteriorada y desdibujada por alguna condición dramática. La adicción al juego, el alcohol, la droga. Las situaciones de violencia doméstica son un fuerte sufrimiento y, lamentablemente, cada vez más reiteradas. Angustias y miedos que paralizan la vida.
Por una manera inadecuada de vivir la sexualidad sin compromiso ni conciencia, algunos engendran vida sin hacerse cargo. No tienen trabajo, no les preocupa tenerlo. No tienen proyecto de vida ni lo buscan. Les cuesta mirar a futuro.
Pero renovemos nuestra mirada de esperanza y demos gracias a Dios por los papás, y que Él los fortalezca y sostenga. Valoremos de modo particular a quienes agrandan el corazón para adoptar nuevos hijos y brindarles todo el cariño y la contención. Rezo particularmente por quienes sufren la enfermedad o la muerte de un hijo. También por quienes atraviesan situaciones de dolor: los que están presos y lejos de su familia, aquellos que son abandonados o marginados en la pobreza.
Para todos los papás, mi cariño y bendición.
Volcando la mirada hacia los más pequeños, hace poco me contaron una historia que comparto con vos.
“Eran las 7.20 de la mañana de un martes y estaba caminando hacia la oficina en el centro de la ciudad de Buenos Aires; paré en una esquina. Había dos hermanitos con guardapolvo blanco, campera oscura, mochila… Javier de 9 años y Candela de 7. Aprovechaban los momentos en los cuales paraban los autos en el semáforo para pedir alguna moneda. Crucé al quiosco, les compré dos alfajores y unos caramelos y volví. Mientras el semáforo estaba en verde les di mi regalo, que agradecieron con sonrisa y mirada expresiva. Tiempo que alcanzó para preguntar sus nombres y edades. El semáforo en rojo fue como el timbre para volver a terminar el recreo y recorrer la fila de los autos… Semáforo verde y vuelta al diálogo. -¿De acá se van a la escuela?”- pregunto.
-Depende de lo que juntemos– respondió Javier
Semáforo rojo; de nuevo verde.
-¿Cuánto tienen que juntar para ir a la escuela?– pregunto.
-no contestaron y se fueron, no sé si molestos- Gracias… pero chau…
No sé a qué Escuela iban, no sé si fueron a otro semáforo, no sé siquiera si de verdad esos eran sus nombres y su edad. Es más lo que no sé que lo que conozco de ellos. Pero me quedé con una certeza. Esto no está bien. Estos chicos tendrían que tener seguridad de ir a la Escuela todos los días sin rojos, amarillos y verdes.”
También hay niños que no van a la escuela por salir a levantar cosechas o que son oprimidos junto a sus familias en talleres clandestinos. Mal descanso, mala alimentación, mala salud, mala vida. No es justo.
El jueves pasado fue el día instituido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para generar conciencia en las sociedades y los gobiernos de las graves violaciones a los derechos de los niños y adolescentes que son conculcados con su explotación. Cada acontecimiento deportivo global es también ocasión de crecimiento de explotación infantil y adolescente e incremento de la opresión y secuestro para la prostitución. El mundial de futbol no estará exento de esta actividad criminal. Pensémoslo. Prohibido hacerse los distraídos y mirar al costado. Nuestros pequeños tienen grandes derechos.
Te comento, además, que en estos días se está empezando a promover en redes sociales una campaña para concientizar acerca del narcotráfico y del uso de drogas. Busca enfrentarnos al problema con testimonios cercanos. Está pensada para jóvenes, adultos, docentes, catequistas, familias, colectiveros, mecánicos, amas de casa, deportistas, intelectuales, estudiantes, calesiteros, bordadoras…
La propuesta es muy sencilla: “Preguntate-Preguntale”. Con tu cámara, tu celular o tablet podés filmar entrevistas cortas en las que tu entrevistado responda a las preguntas que vas a encontrar en www.preguntatepreguntale.com y ahí mismo subir los videos. Invitá a otros a participar. Activá la red: Facebook.com/preguntatepreguntale y Twitter es: @ preguntate_le
El Papa Francisco, papá de todos, nos conmovió el domingo pasado con la oración interreligiosa en los jardines del Vaticano. Quedó de cama. Recemos por su fortaleza y su salud. Demos gracias a Dios por el servicio que está brindando a la Iglesia y al mundo.
Recemos de modo especial por quienes sufren a causa de las inundaciones, y alentemos la solidaridad con los evacuados.
Y arrancó el mundial. Pero de eso muchos ya están hablando.
Por monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social