Perón seguirá viviendo en el corazón del pueblo argentino

No puedo dejar de pensar en la rareza que esto me genera al recordar que el presidente Mauricio Macri, desarrolló toda su campaña electoral predicando la Unidad Nacional y una vez en el gobierno lanza una feroz campaña contra la figura del General Juan Domingo Perón, único estadista reconocido y recordado por la inmensa mayoría del pueblo Argentino.

Aparentemente una cadena de situaciones que vienen sucediéndose una y otra vez por distintos medios y distintos personajes, me hace reflexionar que esta campaña, supone el intento de reescribir la historia, esconde la intención de dividir nuevamente a la Argentina entre peronistas y antiperonistas, apuntando a destruir el recuerdo que tiene la conciencia colectiva sobre Juan Domingo Perón.

Vale recordar que Perón fue derrocado en el año 1955 por un golpe Cívico – Militar, el cual tenía la característica de sangriento, donde una vez instalado en el gobierno dicho golpe, proscribió al peronismo, obligando al General a permanecer 18 años en el exilio en condiciones austeras y prohibiendo la divulgación, publicación o toda referencia a la simbología que refiera al peronismo e inclusive la expresa prohibición de nombrar a Perón y Eva Perón.

La proscripción instaurada se extendía a la participación democrática, ya que durante ese exilio, su figura se mantuvo intacta en la memoria de gran parte del pueblo Argentino. Esto se debió a que fue la persona que realizo el cambio social más importante que hubo en la historia de nuestro país. Dándoles a los trabajadores Derechos que los transformaron en personas dignas; distribuyo la Renta Nacional en manera equitativa otorgando un 50 % para el capital y un 50 % para los trabajadores.

Un dato para tener en cuenta es que cuando Perón se lo derroca en 1955, Argentina tenía pleno empleo, solo un 4 % de inflación anual y gracias a la acción de Eva Perón, en 1952 antes de su fallecimiento se instaura el voto femenino en nuestro país.

Perón admiraba al doctor Juan Ramón Carrillo y llevó adelante su principio en el sentido de que “el peor virus es la mala alimentación, el germen más maligno son las malas condiciones de trabajo y los salarios bajos”.

De la misma manera que el peronismo se mantuvo vigente durante los 18 años del exilio del General y hasta el día de hoy se mantiene en la conciencia colectiva de muchos jóvenes que  escucharon los relatos de sus abuelos y padres, acerca de los logros que alcanzó la clase trabajadora.

Perón fue un predicador del orden y un estratega de su implementación. Durante su primera Presidencia solía condensar el significado de su discurso en el balcón de la Casa Rosada mediante una comunicación directa con el pueblo, sin intermediarios.

Sería un error transpolar el contexto de los setenta a estos días, en ese momento había una situación de violencia política tanto de izquierda como de derecha; dictaduras militares en América Latina avaladas por los Estados Unidos y gran parte del mundo.

Hoy el escenario político es muy distinto, la violencia en la que vivimos es la que generan los delincuentes comunes o el narcotráfico y no por la defensa de un ideal o de políticas transformadoras.

Fueron muchos libros y obras completas que se publicaron y se siguen publicando sobre Perón, algunas con visiones claramente antiperonista basadas en una militancia ideológica que nunca entenderán al peronismo. Otros autores más respetados que no llegan a captar las motivaciones emocionales que tienen el peronismo y las diferencias históricas entre los `50, `60, `70 y la actualidad. Más allá de cualquier libro o campaña Perón y Eva Perón van a seguir estando en el corazón del pueblo Argentino.

En el caso de Perón, será recordado porque dedicó los últimos años de su vida para retornar al país, predicar la Unidad Nacional, abrazarse con su viejo adversario Ricardo Balbín y combatir la violencia política con la ley, con la consigna que siempre mantuvo “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”.

Jorge Pedro Busti