Shalom
Que la salvación de Diós esté en nuestros corazones y la obra en nuestras manos. Por todos los que partieron en el odio irracional de la violencia, por todos los que ya no están y que no hay quien diga el kadish por ellos, junto a los miembros de nuestra comunidad, en esta comunidad extendida en la que estamos hermanados.

Que podamos orar en la humanidad de nuestra diversidad, en la enseñanza de quien también fuera Maestro de la Paz.
Enaltecido, engrandecido y santificado sea el nombre de Di-s, Padre nuestro que estás en el cielo, para que tu Reino sea afirmado como tu voluntad y en la vuestra, y en la obra de nuestras manos, ahora y siempre que se ha permitido decir Amén.
Que tu nombre, engrandecido y santificado en este mundo y en el venidero, sea nuestra inspiración y guía, porque en el rezar de tus alabanzas, nuestros cantos, palabras, oraciones y devociones tu nombre es grande y nos ilumina, nos inspira, para poder hacer en la obra, tus manos de nuestras manos.
Ser testigos aquí de tu Reino, de tu nombre engrandecido en el cielo, mientras reinas descienda en nosotros aquel que hace la paz en las alturas celestiales, ahora tendrá su paz en nosotros, para la casa de Israel y toda la humanidad y nos sea permitido decir Amén.
Que podamos todos bendecirnos como uno y poder, como acostumbramos, darnos la paz, darnos Shalom.
Rabino Sergio Bergman