15 mayo, 2025 10:18 pm
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Solo así sobreviviremos

Llegó la segunda ola, con ella los picos de contagios, y el Estado, nuevamente, elige las restricciones a la vida social, ignorando, o encubriendo, con alevosía, el real origen del problema: su incompetencia para gobernar la nueva realidad que nos toca vivir. De este modo, termina de sepultar a un enorme sector económico, del que viven miles y miles de familias, como si esto fuera a solucionar el problema epidemológico, ya que el virus se seguirá propagando tal como lo ha venido haciendo ante la indiferente mirada del Gobierno desde marzo del 2020.

BLANCO-NEGRO

Días pasados, el Presidente de la Nación reconoció la llegada de la segunda ola de covid con cepas mas virulentas que las primeras, y, rápidamente, dispuso una batería de restricciones a la vida de los argentinos. Muñido ahora de sendos indicadores de riesgo que “apuntan” dónde está el peligro del virus, el Gobierno eligió prohibir unas actividades y limitar otras, todas de la vida social local y turística.

Tal como antes, se vuelven a reducir horarios, como si el virus tuviese predilecciones por una u otra hora, y se vuelven a reducir capacidades, pero no se toman medidas para imponer el cumplimiento masivo de los protocolos, el único camino que tenemos para convivir en pandemia, ni para luchar contra las fiestas clandestinas, ambos éstos verdaderos orígenes de la propagación del virus. 

De este modo, la política nacional de restricción, replicada obedientemente en nuestra provincia, e impuesta a los municipios, completará el exterminio pyme iniciado en marzo del año pasado, cuando, por lo menos, estaba la excusa del desconocimiento del virus. Hoy, pasado más de un año, los empresarios que sobreviven son fieles testigos de lo ocurrido. Nada de todo esto que está pasando es culpa del turismo o del esparcimiento.

Por otro lado, hoy, nos encontramos en una situación en que de nada sirven subsidios, quitas, aportes o préstamos. Son pan para hoy, hambre para mañana. De nada sirve hoy una ley de emergencia. Hoy solo sirve que el Estado haga, de una vez por todas, lo que debe hacer: gobernar. No se puede enfrentar esta situación con la tibieza política de siempre, ni mirando para otro lado, ni, mucho menos, culpando a los ciudadanos de “irresponsabilidad individual”. Han convencido a todos de que se pueden gobernar solos, cuando quien debe hacerlo es, precisamente, el gobierno.

No se puede tener las huestes municipales, policiales y judiciales, agentes de orden del Estado, dibujadas en una situación de estas características. No puede ser que lo poco y nada que se hace duerma en los cajones de la Justicia Federal. No se puede pretender que las nuevas reglas de esta nueva realidad se adopten por la ciudadanía naturalmente. No pasa así, somos seres humanos. Es el Estado el que debe hacerse presente en el territorio ordenando la convivencia según las nuevas reglas. No borrarse, esconderse en sus despachos, negando este escenario, y echarle la culpa al pueblo, o a sectores que no la tienen. 

Es tiempo de que los gobiernos, nacional, provinciales y municipales se pongan los pantalones largos y se pongan a trabajar en serio. La situación exige, y ya por última vez, que así lo haga. La situación exige que el Gobierno Provincial ponga a toda la provincia detrás de un objetivo común: ordenar la convivencia social y económica en el marco de esta pandemia, sin restricciones, sin prohibiciones, sino con estrictos protocolos. Municipalidades, fuerzas de seguridad y Justicia ordinaria imponiendo el cumplimiento del nuevo orden.

Solo así sobreviviremos.

Norman Robson para Gualeguay21