4 octubre, 2024 8:25 am
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… y dónde está la oligarquía?

Un estudio destaca que, aunque es frecuente referirse al sector agropecuario como oligarcas terratenientes, lo cierto es que eso pierde validez cuando se analiza la superficie promedio de las explotaciones agropecuarias, mientras que las legislaturas del país sí funcionan como oligarquías, pero no invierten ni producen, ni arriesgan nada.

A partir de un trabajo del Ing. Agrónomo Manuel E. Vaccaro, de la Rural de Gualeguay, se puede apreciar que, en la Pampa Húmeda, la cual incluye gran parte de la provincia de Entre Ríos, los establecimientos tienen un promedio de 620 has y el 90 por ciento de las explotaciones no superan las 340 has, mientras que en la provincia, esta proporción es del 96 por ciento con un promedio de 221 has. Tan atomizada está la producción en Entre Ríos que el promedio provincial es de 381 has, y el 52 por ciento de esas explotaciones tienen menos de 101 has.

Por otro lado, el estudio de Vaccaro apunta que, cuando se analizan los números de los principales cultivos agrícolas, se puede observar que se trata de una actividad de alto riesgo, con mucha inversión, y con ganancias muy lejanas a las que comúnmente se califican como “extraordinarias”.

Tan es así que, de acuerdo a los números expuestos por Vaccaro, con los niveles actuales de retenciones, los resultados son levemente positivos para la soja de primera y el maíz, y negativos para el trigo y la soja de segunda. Pero, a partir de esos números, el estudio advierte, y demuestra, que, si se le aplican a los precios actuales las subas de retenciones tratadas en la ley de emergencia, los cuatro cultivos pasarían a arrojar resultados negativos.

O sea que, de acuerdo al escenario expuesto, los productores solo lograrían resultados positivos en la actual campaña si obtuvieran rendimientos muy por encima del promedio, o si subieran significativamente los precios de los granos generados por fenómenos externos.

De esta manera, el trabajo del Ing. Vaccaro advierte que las implicancias inmediatas serían quebrantos en esa gran mayoría de pymes, las cuales no cuentan ni con estructura, ni con espalda, suficientes para superar ese escenario.

Una vez expuesta esta realidad, Vaccaro realiza un análisis comparativo con otro sector, el poder legislativo de la Nación y de las provincias, como si fuese un gran pool de siembra, el cual, para su campaña 2019, cuenta con un presupuesto nacional de 41.008 millones de pesos y de 1.788 millones de pesos en Entre Ríos.

La comparación de Vaccaro es entre la inversión privada en producir alimentos y la inversión pública en producir leyes. De esos números surge que, con el presupuesto provincial destinado a legislar se podría sembrar el 23 por ciento de la superficie sembrada de trigo en toda la provincia, o el 15 de maíz, o el 5 de soja. Del mismo modo, con el presupuesto legislativo nacional se podrían sembrar el 23.2 por ciento de la superficie sembrada con trigo, el 11 de soja, o el 16.7 de maíz.

Por último, Vaccaro concluye en su trabajo que en el 2019 ya no existe la oligarquía terrateniente, sino que la mayoría son pymes, para quienes la actividad agrícola pasa a ser inviable en el escenario de la Ley de Emergencia. 

Del mismo modo, el ingeniero agrónomo pronostica que, de ese modo, se va hacia una menor rotación de cultivos, menor tecnología de insumo, menor inversión en maquinarias, menor producción y reducción de todas las actividades relacionadas directa o indirectamente con el sector agropecuario.

Finalmente, considera a las legislaturas, que casi no producen lo que deben producir, como un pool de siembra gigante que no paga retenciones, que no invierte, que no arriesga, y que solo gasta, de modo desproporcionado e ineficientemente, el dinero de se le saca a los que invierten a su riesgo para producir bienes y servicios.

“Seguramente, si a ese sector se le retuviera el 33 por ciento del presupuesto o más, bajarían considerablemente los gastos, se gastaría menos en secretarias y asesores, y, quizás, se trasladarían como la mayoría de los trabajadores que aportamos, en colectivo o automóvil, y, por otro lado, volvería al bolsillo de los que pagamoslos impuestos parte de la plata que ponemos para mantenerlos”, cerró Vaccaro.

Norman Robson para Gualeguay21 

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