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Debate: ¿Massa volvió a quemar el ataúd de Herminio?

A lo largo de nuestra historia política, la violencia nunca fue buena consejera. Es más, los argentinos han reaccionado en contra, de forma contundente, haciendo valer, para ello, su voto. El caso más emblemático de ésto tuvo lugar en aquella campaña de regreso a la democracia, 40 años atrás, cuando se enfrentaron peronistas y radicales. En aquel entonces, todo indicaba que Luder le ganaría a Alfonsin, hasta que Herminio Iglesias quemó el ataúd radical, en el Obelisco, en vivo y en directo.

En octubre de 1983, los actos de Alfonsin y Luder en Ferro y Velez, respectivamente, advertían que el peronismo recuperaría el poder después del golpe militar que lo había destituido en marzo de 1976. Lo mismo insinuaban los Obeliscos convocados por uno y otro con dos días de diferencia. Luder ganaba, casi cómodo.

Pero el día antes de iniciar la veda electoral, Herminio Iglesias, candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, presidió el cierre de campaña en la Nueve de Julio, en un multitudinario acto que pasó a la historia. Durante el mismo, Iglesias, junto a otros dirigentes, prendieron fuego un ataúd rojo y blanco con las palabras UCR y Alfonsin. La imagen recorrió todo el país.

Según los politólogos de aquella época, ese hecho dio vuelta la elección dándole al radical una contundente victoria sobre el peronismo. De acuerdo a lo explicado por éstos, la razón había sido, sin ninguna duda, el rechazo de la sociedad argentina a la violencia.

El pasado domingo, cuatro décadas después, el peronista Sergio Massa enfrentó en debate público al liberal Javier Milei, en vivo y en directo por televisión. Durante el mismo, aquel león contestario que incendiaba con pasión las pantallas argentinas no fue el gatito mimoso bautizado por Brikman, sino que mutó en un pollito mojado arrinconado por un impiadoso depredador serial.

En ese escenario, Massa se erigió como un brutal ogro inquisidor recreando un escenario de abusiva violencia, y dejando a Milei como una pobre víctima. El Ministro de Economía en carrera por la presidencia utilizó sus espacios para atacar desmedidamente al candidato libertario, con acusaciones de todo tipo, alzando la voz, y con un lenguaje corporal inéditamente agresivo, incluso recurriendo a carpetazos sobre su época estudiantil, o cuestionando su salud mental.

La extensa serie “por si o por no” de Massa, con afirmaciones disfrazadas de preguntas, se pareció más a un interrogatorio propio de la represión que a un intercambio de propuestas, mientras que Milei se limitó a rechazar acusaciones, a negar situaciones, y a señalarlo a Massa como un gran mentiroso.

De ese modo, al final del debate, imperó la sensación de que Massa había destrozado a Milei, pero, al otro día, desde la mañana, las redes sociales, junto a medios propios y ajenos, fueron revelando un creciente favoritismo o simpatía por Milei. Ésto fue aumentando, y contagiando, durante los primeros días de esta última semana, revelando un inusitado resultado del debate, tal vez, no tan positivo para Milei, pero sí muy negativo para Massa.

Si bien este misterio recién se revelará en las últimas horas del domingo, sino en las primeras del lunes, lo cierto es que Massa podría haber vuelto a quemar el ataúd de Herminio, aquel que incendió en 1983, y éso le puede haber costado, otra vez, las elecciones al peronismo.

Norman Robson para Gualeguay21

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