El kirchnerismo de Gualeguay necesita ganar la intendencia
Los pronósticos electorales para estas próximas elecciones hablan de que el kirchnerismo perderá en la Nación y en la Provincia. Si bien hasta los cómputos finales nada está dicho, a nadie le caben dudas sobre que, a nivel país, es casi imposible que ganen, y, en Entre Ríos, a pesar de ser Bahl un muy buen candidato, la figura de Frigerio y la tracción nacional amenazan con que éste se quede con la Casa Gris. Este escenario dejaría sin trabajo a muchos kirchneristas gualeyos, quienes, en su desesperación, saldrán a luchar por la intendencia con el cuchillo entre los dientes.
No son pocos los “militantes” gualeyos que viven de los estados provincial y nacional, sea ubicados en reparticiones públicas, como Afip, Rentas, Escuelas, Justicia, Copnaf, o sea beneficiados por subsidios y otras prebendas. A muchos de éstos, muy poco acostumbrados a ganarse la vida con su esfuerzo y sacrificio, la amenaza de un gobierno de Cambiemos a nivel provincial y nacional los desvela y desespera.
Se trata de “compañeras y compañeros” que el populismo acomodó en el Estado a cambio de su “militancia”, quienes, al cabo de los años, han perdido la costumbre de, como dijo Perón, producir por lo menos lo que consumen. De éstos, aquellos que ocupan cargos políticos ya saben que éstos caducan, mientras que aquellos que están contratados sospechan, con cierta certeza, que no se los renovarán.
De una u otra forma, a todos, la sola idea de las consecuencias de un Estado republicano y no corrupto que quiera achicar el Estado, transformar la administración pública en eficiente y productiva, y restaurar la meritocracia, entre otros tantas pretensiones, los aterra.
Es por esto que la Intendencia local, gracias a la desastrosa gestión actual, puede significar la única oportunidad que tiene “la militancia K” gualeya de seguir viviendo del Estado. Solo ganar la intendencia podría permitirles acceder a algún cargo o contrato que les permita sobrevivir.
De no acceder a la Intendencia, solo zafarán quienes se cuelen en alguna lista legislativa, o de concejales.
Ahora bien, este panorama, en un principio, no era muy alentador, pero, hoy, una pequeña llama se encendió en el fondo del túnel, la cual entibia y alienta las esperanzas de la tropa militante, aunque saben bien que, para poder seguir, deben ganar. Caso contrario, tendrán que esperar hasta el 2027, y ver si pueden volver.
Norman Robson para Gualeguay21