26 marzo, 2025 12:03 pm
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Gualeguay21 cumplió 15 años, y vale la pena una mirada atrás

G21 15 años

En febrero de 2008, volvía de viaje al país y mi actividad aseguraba un más que excelente año, pero en marzo, la entonces presidente de la Nación se levantó una mañana y decidió que la Argentina no exportaría más carne. Como todo freelance de aquel negocio, en término de instantes pasé a ser un nuevo pobre. Absolutamente pobre. Como ya había atravesado idéntica situación por la aftosa en el 2000, y la había pasado realmente mal, sabía que algo debía hacer. Así fue como comenzó a nacer Gualeguay21, el cual recién vería la luz al año siguiente, un diciembre como éste, pero de hace 15 años atrás.

El ocio forzoso es mal consejero, salvo cuando ya se lo experimentó, y se sufrió las consecuencias. Así fue que enfrenté mi condición y salí a inventar algo de lo cual vivir. Por entonces, gracias a mi actividad internacional, ya era alguien digitalmente conectado, a la vez que ya frecuentaba las recién nacidas redes sociales. También sabía escribir, y contaba con una formación general relativamente buena. Con esos elementos, un país en crisis, y una familia numerosa esperando en casa, intuí que en la comunicación podría estar la oportunidad. Y me gustaba.

A partir de algunas primeras experiencias, una digital, Sirirí, y otra gráfica, Campo Gualeyo, fui descubriendo un mercado con mucho para decirle de lo que no se decía, y fui confirmando que el medio digital era lo adecuado. De existir una oportunidad, sin dudas, sería allí. No me equivoqué: Habia mucho para decirle a Gualeguay, y la forma de hacerlo era a través de la web.

De ese modo, muñido de una computadora y mucha desesperación, el 2 de diciembre de 2009 contraté el dominio www.gualeguay21.com.ar y salí al ruedo, asociado a las plataformas Google y Facebook, y explotando mucho las imagenes. De más esta decir que nadie entendía cómo quería vivir de eso, pero lo novedoso “garpó” y los primeros mangos llegaron para pagar la olla.

Sin lugar a dudas, los desaciertos del gobierno local de aquel momento contribuyeron en gran medida al crecimiento de Gualeguay21. Cuando éste medio denunciaba alguno de los tantos abusos y atropellos de su gestión, el propio Luis Erro, o alguno de sus secuaces, me respondía por Radio Gualeguay, El Debate, Canal 2 o Cablevisión. No se podía pedir mejor prensa.

Con toda esa miseria, convivían en la página imágenes a granel de cuánto evento, situación o catástrofe hubiera. Tal es así que aún hoy muchos me consideran fotógrafo. Por entonces, entrar a Gualeguay21 y encontrar docenas y docenas de imágenes era una experiencia social extraordinaria. Y eso ayudó a que la propuesta creciera.

A éstos dos argumentos, se sumó la pluma, observando y diciendo cosas sobre temas que los medios de entonces no tocaban. La corrupción, la justicia, la inseguridad, y la realidad social se convirtieron en víctimas ocasionales de los abordajes de Gualeguay21. Desnudar eso no solo potenciaba el sitio, sino que lo distinguía.

Por último, es justo reconocer que nada de todo eso hubiese servido sin la generosidad y buena onda de los periodistas de entonces, quienes no dudaron en ayudarme y orientarme. Natalia Frías, Julián Cosso, Gustavo Julia, y el entrañable Taki Almeida, entre otros. Éste último, en los primeros días, me regaló un manual de como construir artículos periodísticos, el cual devoré y apliqué de inmediato.

Pero nada fue fácil entonces. La antipatía provocada en algunos sectores por decir lo incómodo e inconveniente tuvo sus consecuencias. Aprietes a mis anunciantes para que me retiren la pauta, anunciantes enojados que retiraron la pauta porque no les gustaba lo que decía, aprietes en la calle, robos, etcétera. De a poco, aquellas empresas y gobiernos que apoyaban a Gualeguay21 le soltaron la mano. Se habían dado cuenta que habían creado un Frankestein que ahora debían neutralizar. Pero todo eso, aunque comprometió la subsistencia del medio, terminó abonando su crecimiento.

Así llegamos a este diciembre de 2024. Quince años pasaron y muchos son los gratos recuerdos, mientras que lo ingrato no alcanza a empañar el orgullo y el placer de haber hecho lo hecho. Gualeguay21 se ha convertido en un medio de difusión de producción unipersonal y artesanal a puro pulmón, y de editorial absolutamente libre e independiente, el cual se ha instalado como alternativa confiable de información en una ciudad de 50 mil habitantes, compitiendo mano a mano con estructuras mediáticas gráficas, radiales y televisivas, a la vez que ya se ha vuelto referente en toda la provincia, y, gracias a los casos Micaela y Benvenuto, a nivel nacional. No hay nada que reprocharle a la historia.

De todas maneras, no puedo negar que hay noches en que la soledad y la realidad, propias de este negocio, cansan, agovian, asfixian, y la idea de rendirse seduce, pero al día siguiente algo siempre pasa, y la vorágine vuelve a ponernos en nuestro rol de hacer lo que debemos y elegimos hacer. Tanto que hasta sumamos variantes, corriendo detrás de la corriente: cortos documentales, reels, podcasts, y lo que sea que imponga la moda tecnológica. Siempre en la fe de que hacemos lo mejor posible aquello que debemos hacer.

Por último, cabe explicar que el cumpleaños o aniversario de Gualeguay21 se cumple el 2 de diciembre, pero la vida quiso que los primeros días de ese mes no haya “energías” para estos balances. Por eso, si nos acordamos, lo festejamos unos días después, como esta vez.

Desde Gualeguay21 renovamos los votos de seguir haciendo este periodismo, y no otro, a la vez que manifestamos nuestro profundo agradecimiento a quienes depositan en él su confianza.

Norman Robson para Gualeguay21

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