La corpo judicial reacciona ante la amenaza de las denuncias
Luego de ver cuestionada su esencia ante la sociedad, primero con la denuncia de Voney sobre el proceder de la fiscalía y abogados, y, por último, con el video viralizado que expuso crudamente la conducta de la Fiscalía ante los reclamos del abogado, la corporación que agrupa a los funcionarios a cargo del servicio de justicia emitió un comunicado victimizándose por lo ocurrido, y exagerando, cuando no mintiendo, sobre los hechos. Es como que la corpo judicial presintiera el final de su controvertido desempeño y viera acercarse tiempos en los que sus presuntas prácticas deshonestas dejaran de tener más cabida.
Desde la Asociación de la Magistratura y la Función Judicial emitieron un comunicado diciendo que expresan su “más enérgico repudio a los ataques de violencia y malos tratos sufridos por integrantes del poder judicial de Gualeguay, perpetrados por el abogado Carlos Guillermo Reggiardo”, y que se solidarizan con “las personas injustamente atacadas y maltratadas cuya profesionalidad y ética no pueden ser puestas en duda por semejantes atropellos, ni empañadas por infundadas denuncias, de las que aquel profesional hace uso frecuentemente para obstaculizar el funcionamiento de la justicia”.
Cabe recordar que esta entidad es la corporación que agremia al funcionariado judicial y que acostumbra cerrar filas, sea para protegerse, como en este caso, o sea para alcanzar los mejores salarios del Estado, pero muy pocas veces para defender o promover la ley, la verdad y la justicia.
También cabe advertir que no hubo violencia, ni malos tratos, ni ataque alguno en la gestiones del abogado filmadas por el mismo profesional, mientras que sí hubo violencia, y mucha, en el abuso de poder perpetrado en este caso por los funcionarios de Gualeguay, y por los propios miembros de la Magistratura en este increíble comunicado.
Ahora bien, esta escalofriante declaración emitida por estos seudodioses de la ley es un claro y evidente ejemplo de las tradicionales miserias y vicios que profesa el gremio, una cofradía acostumbrada a mentir y dañar con total impunidad, sin interés alguno en la justicia. Ésto quedó al desnudo cuando en el mismo comunicado se acusa falsamente al abogado de haber hecho algo que se ve claramente en el video que no hizo, cuando en el texto se afirma que su propia profesionalidad y ética no pueden ser puestas en duda, y cuando la nota acusa de falsa una denuncia recién realizada que aún no sido investigada.
Una manifestación propia de quienes acostumbran a acusar con liviandad y mentiras, a la vez que se arrogan inmunidad ante los cuestionamientos de la sociedad.
Claro está que la impunidad y arrogancia desnudadas, con las que acostumbrarían proceder estos seres presumidos de superiores, es la misma que se ha expuesto desde este medio reiteradas veces desde hace más de una década.
No se debe olvidar que se trata de simples profesionales de la ley que por alguna razón eligieron ser empleados públicos, entre los cuales algunos cuantos no calificarían para su cargo, ni comprenderían siquiera que son servidores públicos al servicio de la sociedad, a la vez que muchos estarían cebados por el poder ilimitado conferido por los sucesivos gobiernos para encubrir sus propias corrupciones.
Sin lugar a dudas, a estos sujetos que hoy se abroquelan para defender su intrincado nido de cuestionables resoluciones los aterra quedar expuestos en un fraude ante la sociedad, pero deberían acostumbrarse, pues, si fuera así, ya soplan vientos de restauración moral que amenazarían con derrumbar su Olimpo de cartón. Es que temen que de a poco vaya quedando a la vista del pueblo una realidad que entre todos ellos han logrado conservar bajo un manto de misterio, y así el pueblo piense que no son dignos del mandato que éste les encomendó.
Cinco años atrás, Gualeguay21 ya hablaba de este problema: https://gualeguay21.com.ar/hemeroteca/cuando-la-justicia-mete-miedo/
Norman Robson para Gualeguay21