Casa Compañera: Un símbolo de ostentación política
La diputada provincial Paola Rubattino es noticia por estos días por inaugurar su Casa Compañera, un nuevo y ostentoso espacio peronista. “Un espacio de encuentro para todos los vecinos y vecinas que quieran formar parte de nuestro proyecto político, compartir ideas, propuestas y visiones”, le dijo a El Debate Pregón. En este marco de campaña electoral, mientras la legisladora busca pesar en alguna lista oficialista, muchos vecinos quieren saber quién paga toda esta ostentación en el centro de la ciudad.
Cabe recordar que esta dirigente es oriunda de Victoria, donde como militante ingresó al Copnaf. Años después, llegó a Gualeguay de la mano de su ya ex marido, el Juez Dardo Tortul, y, rápidamente, se convirtió en funcionaria de Luis Erro. Frustrada como candidata a intendenta en el 2015, en el 2019, colada en una lista, pasó a ocupar una banca en la Cámara de Diputados provincial, a la vez que se convirtió en pareja del ex concejal Perier.
Con estos antecedentes, y con su fundación Lafaguay, la legisladora supo sostenerse con su espacio, aunque claramente menguado, según lo apreciado en la inauguración de su Casa Compañera.
Hoy, ya en tiempos de campaña, y siendo que su cargo vence en diciembre, Rubattino aspira a obtener otra banca en la legislatura provincial, sea para ella o bien para su actual pareja, el ex concejal Perier. La creación de la Casa Compañera tendría que ver con estas pretensiones, y las declaraciones de la propia Diputada son en sintonía con éstas.
“Hablemos con el vecino, con los comerciantes, con los empresarios, los productores, hablemos con los profesionales”, le ordenó a su tropa, y le explicó: “porque esto no tiene que ver solamente con los humildes, también tiene que ver con la clase trabajadora, tiene que ver con aquellas personas que necesitan llevar el pan a su mesa”.
Por último, luego de manifestar, insólitamente, que quiere “un proyecto político que hable de políticas públicas”, Rubattino arengó a su grupo de militantes a que sigan trabajando, a no bajar los brazos, a salir a luchar, a ser rebeldes y decirle a la Patria que sí pueden. “Esta casa siempre va a estar abierta con el corazón”, les prometió.
Pero, más allá de las pretensiones políticas de la legisladora y dirigente, por cierto legítimas, muchos propios y opositores señalan que el alquiler de una casona de esa envergadura en pleno centro cívico, acondicionada como se hizo, significa un gasto tan ostentoso como imprudente en los tiempos que corren y las necesidades que imperan, a la vez que se preguntan de donde obtuvo semejante cantidad de dinero.
Gualeguay21