Gualeguay: Panorama a mes y medio de las elecciones

Si bien todo estaría dado para que Dorita Bogdan se quede con la intendencia de Gualeguay, hay múltiples factores que comienzan a jugar y advierten que las proporciones pueden sufrir sensibles variaciones. La interna del Justicialismo gualeyo, la campaña de Bahl por la gobernación, la fuga de militantes de uno a otro sector, y el fenómeno Milei a nivel nacional, en un país sumido en la crisis, la desesperanza, el rechazo y los miedos, advierten que el resultado no está del todo definido.
Los resultados de las PASO del pasado 13 de agosto dejaron a Dorita Bogdan y todo Juntos por el Cambio en inmejorable situación, mientras que Martín Müller, al quedarse con su interna, obtuvo menos votos que los obtenidos por Luis Erro, por afuera del partido, y que Agustín Gianini, por los libertarios.
Si bien ni Müller, ni Erro, ni Gianini tendrían posibilidades de ganar la intendencia, son los que influyen en estas elecciones. Los dos primeros disputan entre ellos el propio partido, ya que si ahora Erro, yendo por afuera, supera al oficialismo peronista, su idea es ir por la presidencia del Partido, mientras que Gianini debería capitalizar la tracción de Milei en beneficio de Sebastián Etchevehere y en el suyo propio.
El corazón de la disputa peronista está en los votos obtenidos por Federico Gallardo, Carlos Gálligo y Mariano Mansilla, o lo que quede de estos de los que se vayan con los libertarios, al igual que en los militantes peronistas que jugaron para Meda y Bogdan.
Pero, amén de eso, esta puja interna del PJ también está atravesada, a nivel provincial, por un sensible crecimiento de Adán Bahl, en detrimento de Rogelio Frigerio, y por la caída de Sergio Massa en la lucha por la Presidencia de la Nación.
De este modo, el apoyo que destine Bahl a Müller, la recuperación de militantes barriales y el reparto de la boleta de Milei en lugar de la de Massa, más el rechazo aún vigente por Erro, podrían permitirle a Müller quedarse con todos los votos del Justicialismo oficial.
Por su parte, la tracción del fenómeno Milei, que en las PASO quedó circunscripta al corte de boletas, y no a una campaña fuerte de Agustín Gianini, su candidato a la intendencia local, ahora debería sallir al territorio a defender su candidatura con su boleta completa.
Pero el hecho de no estar en la disputa, más su inexperiencia política, y la falta de recursos territoriales, confabulan para que el voto libertario a la intendencia no pueda crecer mucho, salvo por la iniciativa propia de los votantes que opten por la boleta completa.
Por lo tanto, de acuerdo a este escenario, el voto de Bogdan, y el de todo Juntos por el Cambio, quedaría dentro del espacio, salvo lo que pueda “robarle”, por un lado, el Justicialismo a través de los militantes peronistas que logre recuperar, y, por el otro, la propuesta libertaria votando la lista completa de Milei.
Ahora bien, todo esto se da en un contexto general atravesado por el descreimiento y la desesperanza; por el rechazo general del electorado hacia los políticos convencionales; por la angustia de una crisis que va hacia desenlaces inesperados; y por el miedo a lo que podría hacer Milei como Presidente de la Nación, el cual alcanza, incluso, a quienes ya decidieron votarlo.
Por último, este contexto planteado se completa con la incertidumbre de no saber quiénes ganarán a nivel nacional y provincial, ya que Gualeguay enfrentaría cuatro escenarios muy diferentes: Milei y Bahl, o Milei y Frigerio, o Bullrich y Bahl, o Bullrich y Frigerio.
En síntesis, en esta Argentina aún nada está dicho.
Norman Robson para Gualeguay21