17 marzo, 2025 1:06 am
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Gualeguay y su oferta electoral 2023: Gane quien gane, pierde el pueblo

Si bien la crisis económica complica a Gualeguay, al igual que al país, más complica a esta ciudad su crisis política. La experiencia inmediata ha demostrado que para tener éxito en la política local no hace falta mucho, y éste presente, aún a dos meses del cierre de listas, ya nos presenta un amplio abanico de precandidatos. No importa estar formado o capacitado para gobernar en favor de la sociedad, o contar con antecedentes que avalen que puede o quiere hacerlo, para lanzarse solo bastan las ganas de salvarse. Cualquiera quiere ser intendente, y, de lo que hay, nada es, siquiera, aceptable.

BLANCO-NEGRO

A dos meses del cierre de listas de cara a las elecciones generales de este año, ya son varios los que quieren “dirigir los destinos de Gualeguay”, pero lo que sorprende es lo atrevido y liviano de sus pretensiones. En esta amplia y diversa oferta, entre los de carrera y los paracaidistas, a algunos los condena su pasado, a otros los distingue su realidad, y a todos los reúne el oportunismo. Ninguno cuenta con un proyecto, y, desde hace un tiempo, ni siquiera mienten que lo tienen.

Por más insólito o increíble que todo ésto parezca, basta un repaso por los antecedentes de los potenciales candidatos para comprobar cuál es la calidad política que domina la oferta electoral actual. Eso no solo habla de la sociedad de donde está oferta emerge, sino que, también, desnuda una absoluta falta de respeto por la política, a la vez que expone un claro desprecio por los intereses de la sociedad gualeya a la que aspiran gobernar, a sabiendas de que ni les interesa hacerlo.

Hay que reconocerles a estos candidatos que la historia inmediata les ha demostrado que cualquiera puede ser intendente, u ocupar un cargo de primera línea. Sin dudas, es por eso que todos ellos quieren ser elegidos. Ninguno de ellos sabe o cree que un intendente tiene que estar capacitado para gobernar, ni que debe saber cómo hacerlo, ni sabe que debe estar acompañado por gente igualmente preparada. A ninguno de ellos le importa nada de todo eso.

Tal como ha sido siempre, todos quieren, únicamente, el poder para sí, sea para enriquecerse, o solo para ostentarlo.

Repasemos la oferta

Las propuestas vienen desde los sectores políticos, y desde la nada también. No importa el sello, sino la posibilidad de manotear el poder. Sino, repasemos quienes son.

Dora Bogdan

Si bien la actual Secretaria de Desarrollo Humano, y ex Secretaria de Gobierno, en funciones desde el 2015, aún no se ha lanzado, es “número puesto” como candidata del oficialismo. No tiene formación o identidad política, y sus antecedentes se limitan a una gestión que se destacó siempre por su ausencia de gobierno.

Martín Müller

Aunque nadie se ha erigido candidato desde el Partido Justicialista, al actual titular de la cartera de Educación de Gustavo Bordet lo obligan las generales del caso. Muy bien formado e identificado en política con el kirchnerismo, su experiencia ejecutiva provincial y sus vínculos partidarios lo imposibilitan como capaz de gobernar de forma favorable al pueblo.

Luis Erro

El multisospechado por corrupto exintendente 2007-2015, y actual ladero de Sergio Berni, ya se lanzó con una vecinal, por fuera del Partido Justicialista que siempre lo cobijó. Aunque eludió cualquier condena que le cabiese, su pasado sí lo condena e inhabilita como capaz de gobernar honestamente.

Cristian Etulain

Herrero de oficio, militante ambientalista, y anarquista por convicción, este outsider de la política, tal como alguna vez se lo propuso el exintendente Federico Bogdan, él también quiere ser intendente, sin importar para quien, ni con quien. Así primero fue con Milei y ahora con una vecinal provincial que lo amparó. Su total ignorancia sobre gobernar basta para derrumbar cualquier expectativa.

Mariano Mansilla

Con una dilatada carrera en busca de acomodarse en algún cargo político, este hombre militó junto a Jodor, también fue de la Federación Agraria en tienpos de De Ángeli, luego fue funcionario de Cambiemos, y ahora candidato de Cresto, quien ni siquiera ha lanzado su candidatura. Su experiencia y trayectoria hablan por si solos.

Marcelo Meda

El actual presidente del Pro Gualeguay no tiene antecedentes ni en política ni en el ejercicio de la misma desde algún cargo, lo que lo hace un improvisado más que un outsider. Ignora de qué se trata gobernar, y no puede dimensionar la responsabilidad que eso implica.

Mariela Tassistro

Si bien no se ha lanzado, trascendió que las aspiraciones de esta exfuncionaria municipal y provincial, y exviceintendente de Luis Erro, actualmente acomodada en la Nación, siguen intactas. Esta funcionaria de carrera ha vivido de la política toda su vida, pero ninguno de los gobiernos en los que participó se destacó por gobernar en favor del pueblo, sino, más bien, en beneficio de los propios funcionarios.

Carlos Gálligo

Este veterano peronista devenido kirchnerista, presidente del Partido Justicialista local, e innumerables veces candidato frustrado a la intendencia local, hoy persiste en sus eternas ambiciones. Más allá de sus antecedentes, su concepción política refiere más a un gobierno en beneficio de unos y no de otros.

Puntos comunes

Ninguno de estos potenciales candidatos comprende en su justa dimensión la responsabilidad que conlleva gobernar una ciudad, ni, tampoco, concibe mínimamente el sentido de estar al servicio de lo común. Es más, ninguno se destacó participando de alguna asociación civil, ni, mucho menos, estuvo comprometido con algún proyecto de bien público sin fines de lucro. Es más, si le compraron alguna vez una rifa a Bomberos, seguramente fue con el sueldo del estado, y no con el propio.

Conclusión

Imaginar a cualquiera de los personajes expuestos al frente de la Municipalidad es, por sí solo, escalofriante. Pero lo que sí desata la angustia es saber que, de no mediar un milagro, alguno de estos referentes, o alguno muy similar a ellos, será el próximo intendente de Gualeguay, acompañado por otros como él o ella, y, de ningún modo, su gestión podrá significar algún beneficio para el pueblo que lo tenga que votar. Otra vez, Gualeguay deberá elegir el menos peor de los males, y, otra vez, gane quien gane, pierde el pueblo.

Norman Robson para Gualeguay21

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