Que dijo Antola durante su monólogo de más de 30 minutos

En un desesperado afán de justificar lo injustificable, con un relato muy similar al kirchnerista, en el cual antes de 2016 no había nada, como una mezcla de Alberto y Axel, el Secretario saliente tuvo su media hora de fama. Tal como si fuera un intendente, dedicó, de forma ininterrumpida, más de treinta minutos del tiempo público, a contar sus nueve años de gestión, pero no solo considerando su Secretaría, sino toda la gestión, desde Desarrollo Humano hasta Turismo, desde Hacienda hasta Producción. Un acto que genera vergüenza ajena y expone el grado de alienación del gobierno municipal actual.
“En la función pública, cuando uno la toma con responsabilidad, es importantísimo hacer un balance de lo actuado, de lo hecho, admitiendo errores, admitiendo falencias, que en nueve años siempre ocurren, acá y en todos los lugares del mundo, en la función pública”, comenzó diciendo Ántola, insinuando que los errores ocurren, no se cometen, y que las falencias son meras casualidades.
“Pero en este caso en particular, en la gestión del querido Federico, de Verónica y ahora de Dora, creo que nadie puede negar la buena voluntad y el esfuerzo por hacer una ciudad mejor, un Gualeguay mejor, en eso hemos estado”, presumió Antola. En ese sentido, consideró “que el balance en estos nueve años ha sido absolutamente positivo”, y fundó eso en que la ciudad “está mucho mejor”, que “ha avanzado”, aunque aceptó “que tiene falencias”, pero que éstas, muchísimas veces son exógenas (ajenas) a la competencia municipal. Como Alberto con Macri, la Guerra, el Covid, etcétera, etcétera.
“Todos quisiéramos una ciudad más pujante, más pujante de lo que es, pero tenemos una limitante que es lo nuestro, con nuestros presupuestos”, se excusó Antola, para luego considerar “haber cumplido la misión”, y después reconocer “que quedan falencias, nadie lo discute, que se han hecho cosas bien, y se han hecho cosas regular, y cosas que nos están faltando”, pero en ningún momento aceptó haber hecho algo mal.
“Se puso fin a 200 años de calamidades”
Más adelante en su discurso, Antola, luego de confundir la inundación por la creciente de 2016 con la inundación por la lluvia del pasado mes de marzo, recordó que la gestión “le puso fin a 200 años de calamidades” levantando, en 15 días, una defensa gracias a la cual Puerto Ruíz nunca más se inundó. Cabe señalar que la defensa protege solo a una parte de ese sector.
“Cuando llegamos no había nada”
Luego de advertir que cuando llegó a la gestión no había nada, Antola comenzó a enumerar todo lo adquirido: Máquinas pesadas, camiones, camionetas y utilitarios, a la vez que también detalló las cuadras realizadas de interpretado, de asfalto negro, de hormigón, etcétera, etcétera. Del mismo modo, recordó la realización de miles de metros de red más miles de conexiones de cloaca y agua, y varios pozos nuevos.
“Los desmoronamiento del Quirós son naturales”
Respecto del famoso Colector Quiros, Antola remarcó que dicha obra solucionó miles de problemas de un sector de Gualeguay, y, enfáticamente, aseguró que los “hundimientos” que hoy están a la vista son “naturales” y de ningún modo significan una “mala praxis” de la empresa.
“La Costanera es el patio de nuestra casa”
En un momento de su extenso relato, destacó las tareas del área “Parques y Jardines” como “importante y desgastante”, para la cual se adquirieron camionetas, tractores, motoguadañas y múltiples herramientas. Al abordar la Costanera, recordó que, al inicio de su gestión, ésta no tenía baños públicos, y se construyeron, luego la pista de skate, la cancha de jockey, el Nido, el Aiprodis.
Luego de eso, continuó con una larga lista de obras: la Escuela de Música, Zoonosis, el Patio Gastronómico, el Auditorio, las tribunas del Corsódromo, cientos de nichos, el Laboratorio de Agua, salitas y dispensarios, Dicsa, la Plaza Constitución que estaba “vieja”, el camino al Puerto, el 80 Viviendas, el 150 Viviendas y el 100 Viviendas, etcétera, etcétera, etcétera.
“La catástrofe que nos ocurrió en marzo”
“Nosotros hemos hecho lo que se tenía que hacer”, deslizó Antola sobre la inundación por las lluvias caídas en marzo último. “Cuando caen 240 milímetros en 24 horas no creo que haya ciudad en el mundo sin tener inconvenientes graves”, afirmó, y consideró que tener un metro de agua en la casa por unas horas es una tragedia.
“Una obra cara”
El autódromo “es una obra importantísima, una obra, una obra, una obra, que nosotros consideramos que es una obra que va a traer una, un rebote en la economía de la ciudad”, y agregó que es “una obra cara”, razón por la cual la están haciendo en etapas.
“Un polo turístico”
“Lo que buscamos ahí fue hacer un polo turístico, una ciudad moderna, una ciudad nueva, que tenga una belleza dentro del marco del centro, me parece que lo hemos logrado”, aseguró sobre la peatonal, y entendió que ahora es el pueblo el que debe darle vida.
Finalmente, agradeció a su equipo el acompañamiento, luego a los periodistas, y, por último, pidió perdón, aunque no quedó claro a quién ni porqué. Sin dudas no fue por su negligente gestión, ni, mucho menos, por su tedioso e innecesario monólogo de media hora. Una vez apagadas las cámaras y los micrófonos, el hombre se mostró satisfecho: había conseguido su merecido momento de fama, propio de un estadista.
Norman Robson para Gualeguay21