Cementerio: Cero control, vandalismo e inseguridad

En la tarde de ayer lunes, una madre y su hija llegaron al cementerio municipal para visitar su panteón familiar, donde descansan sus difuntos, cuando se encontraron que el mismo había sido invadido, vandalizado, y habían dejado allí una suerte de sable o daga antigua. La desagradable sorpresa dejó en estado de shock a las mujeres, a la vez que desnudó la ausencia de control imperante en el campo santo local y la indefención de quienes lo visitan.
Ellas llegaron al Cementerio Municipal después de almorzar. Eligen ese momento del día porque es cuando hay menos gente. Cargan con ellas los enceres necesarios para limpiar el panteón familiar y flores para dejarles a sus difuntos, quienes allí descansan en supuesta paz. Pero, al llegar al sepulcro, se encontraron que éste había sido invadido por desconocidos, que lo habían abierto, que habían desaparecido unas placas de bronce, y que habían dejado en el piso una aterradora espada o algo así.
Una vez superado el mal trance, avisaron en Administración lo que habían descubierto, y la responsable del Cementerio, Silvia Silveyra, se sorprendió tanto como las visitantes ante lo descubierto. A partir de ese momento, se dio intervención a la Policía local y ésta a la Justicia. Actuó en la escena la división de Criminalística y se secuestraron los elementos que podrían ser útiles a la investigación.
Ahora bien, más allá de lo ocurrido, y del mal momento que vivieron, y aún viven, las protagonistas de lo sucedido, lo que a éstas mujeres asustó no fue la violación del lugar, o del tiempo que llevaba violado, sino que es el estado de abandono e indefensión de quienes visitan en soledad el Cementerio, un lugar que debe ser garantía de paz.
Independientemente de eso, a partir de lo ocurrido, quedó en evidencia que no existe tipo alguno de control por parte del personal municipal, quien debería, por lo menos, recorrer, un par de veces al día, los distintos pasillos y lugares del Cementerio para ver si todo está normal.
De igual modo, también quedó al desnudo, siendo que el cementerio es un objetivo común de robo por el bronce que allí se encuentra, la ausencia total de personal de seguridad, policial o privado, que proteja a quienes visitan ocasionalmente a sus difuntos, especialmente en horarios en que la afluencia es mínima.
Por último, vale señalar que este tipo de hechos vienen ocurriendo desde hace tiempo, y cada vez con más frecuencia, sin que nadie atine a disponer una solución al tema.
Gualeguay21