A 26 años del asesinato de Cabezas, Fopea brega por más y mejor periodismo
El asesinato de José Luis Cabezas fue el más cruel ataque a la libertad de expresión y a la actividad periodística desde que la Argentina recuperó la democracia, y marcó de manera indeleble la memoria de la profesión aquel triste enero de 1997. A 26 años de ese crimen atroz, el Foro de Periodismo Argentino reiteró su compromiso de trabajar para mejorar las condiciones para el ejercicio del periodismo en cada rincón del país, y reafirmó que los riesgos son hoy incontables en la pretensión de callar a los que se atreven a revelar verdades.
Cabe recordar que el 25 de Enero de 1997 fue asesinado José Luis Cabezas, un reportero gráfico de la agencia Noticias por haber fotografiado, un año antes, a Alfredo Yabrán, un empresario argentino de mucho poder que tenía vinculos con el gobierno de entonces.
En este sentido, Fopea señala que los ataques directos y las amenazas que tienen como destinatarios a periodistas y medios en la ciudad de Rosario marcan el nivel máximo de alerta y comprometen a la entidad a estar allí presente junto a los colegas, con acciones y gestiones, a fin de que los poderes públicos garanticen condiciones seguras de trabajo profesional, y el esclarecimiento y castigo de los hechos que atentan contra la libertad de expresión.
Pero Fopea sabe que Rosario es sólo la cara más expuesta de un fenómeno que se manifiesta también en el conurbano bonaerense y en varias provincias, donde la investigación periodística y la crítica al poder, sea éste institucional, político, económico, sindical o relacionado con el crimen organizado, es una actividad de riesgo que no cuenta siquiera con el amparo de la Justicia ni el compromiso solidario de la ciudadanía.
Por otro lado, Fopea señala que recordar a José Luis Cabezas es también mantener activa la memoria de que la violencia puede quebrarnos como sociedad, como lo muestran tristes experiencias de otros países de América Latina, donde el crimen organizado golpea sobre los pilares democráticos, entre ellos la libertad de expresión. La reacción del periodismo en la Argentina, tras el crimen de Cabezas, aporta también como experiencia la necesidad de renovar los reclamos de justicia para evitar que se consolide uno de los peores males: naturalizar la violencia.
“Hoy estamos ante problemas nuevos, como son las amenazas y atentados del crimen organizado contra los medios y los periodistas, episodios que rompieron límites difíciles de imaginar”, afirman desde Fopea, y agregan: “Debemos reaccionar para defender la libertad de expresión y la integridad de los periodistas con nuevas estrategias para garantizar que los colegas puedan contar historias que la sociedad necesita conocer”.
Por último, la gremial del periodismo argentino se reconoce convencida de que un periodismo verdaderamente libre y sin ataduras es esencial para fortalecer la democracia, y asegura que la capacitación permanente, la unidad en la defensa de la profesión y el compromiso con la libertad de expresión como derecho ciudadano guían a la entidad en esa tarea.
“Por más y mejor periodismo. No nos olvidamos de Cabezas”, cierra la nota.
Gualeguay21