Algo de historia sobre nuestras universidades públicas

En esta parte del mundo, las universidades públicas son viejas de verdad. Por ejemplo, la de Córdoba, 1613, es el doble más vieja que el propio país. Pero es a partir de la Reforma Universitaria Argentina de 1918, cuando el estudiantado logró imponer los principios generales de su lucha, que la politica es, a veces más y otras menos, parte de sus gestiones. Más de un siglo de historia demuestran que las universidades siempre estuvieron atravesadas por la política, y que, si bien lograron ser ejemplo en el mundo, desde hace un tiempo a esta parte, de la manonde esa misma política, han caído en decadencia, junto a toda la educación pública argentina.
Repasemos la historia. En el primer Congreso Nacional de Estudiantes, celebrado en julio de 1918, nacieron la autonomía universitaria, la representación estudiantil, la gratuidad, la libre asistencia a clase, la libertad de cátedra, el régimen de concursos, la docencia libre, la investigación, y la extensión universitaria. Tal fue la relevancia de aquellos conceptos que muchos fueron adoptados por las universidades latinoamericanas, y otros fueron adoptados por los estudiantes del Mayo Francés de 1968, apenas 50 años después.
Como no podía ser de otra forma, ya por entonces la política atravesaba la vida universitaria. En un principio, una política dominada por la iglesia y los conservadores, y, al final, una política en manos de la izquierda.
Ese poder construido por las universidades agrupadas en la FUA fue creciendo a pesar de la Década Infame, y se sostuvo, aunque en la clandestinidad, durante el fascismo que imperó de 1943 en adelante. Pero en la segunda mitad del siglo pasado las universidades vovieron con fuerza, siempre enfrentadas con el peronismo y la izquierda, y, a partir de los sesentas, la izquierda extrema coptó la politica en las universidades.
Con la llegada de los gobiernos de facto, se desató la violencia, como en la noche de los bastones largos de 1966, y en el Cordobazo de 1969, eco del Mayo Francés. Pero fue a partir de los setentas que se naturalizó la presencia de la izquierda en la vida universitaria, la cual allí se nutrió de muchos estudiantes para sus movimientos terroristas.
En ese contexto, luego de años de desorden y violencia, llegó el golpe militar de 1976, y, no solo que se terminó la política en las universidades, sino que, al emprender la dictadura su represión de la izquierda, éstas se convirtieron en el campo de batalla. Tal es así que más del 20 porciento de las víctimas fueron estudiantes universitarios.
Con el retorno a la democracia, en 1983, la política resucitó en las universidades con el mismo pensamiento revolucionario de las décadas anteriores. Desde entonces, crisis más, crisis menos, las universidades han vivido más la política que su rol docente. Tal es así que lideraron las protestas sociales de 1999, 2000 y 2001, acompañando ahorristas, piqueteros, desocupados y vecinos.
De ese modo, volvieron las demandas reformistas en cuanto a una autonomía universitaria y la participación política estudiantil, mientras que los gobiernos se resistieron a democratizar las universidades. Desde el 2015, los vaivenes económicos y sociales alentaron la protesta estudiantil, en particular cuando gobernó la derecha y no la izquierda. Basta recordar como, en 2018, “la marcha en defensa de la universidad pública” en las principales ciudades de las provincias rechazó el ajuste, reclamó por salarios dignos, y culminó con una enorme concentración en Buenos Aires.
Hoy, 23 de abril de 2024, no mucho ha cambiado y casi todo sigue siendo lo mismo, mientras que nuestra educación transita el peor nivel de su historia.
Una referencia
Por último, vale recordar solo algunos párrafos del Manifiesto de la Federación Universitaria de Córdoba, redactado por Deodoro Roca y difundido en Córdoba aquel 21 de junio de 1918.
“La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sud América. Hombres de una república libre, acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resulto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”.
“Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y -lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara”.
“Las universidades han llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la Ciencia, frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático”.
“Nuestro régimen universitario -aún el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una especie del derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere. Mantiene un alejamiento olímpico. La Federación Universitaria de Córdoba se alza para luchar contra este régimen y entiende que en ello le va la vida”.
“Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes”.
“La autoridad en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: Enseñando. Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y de consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden”.
“La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio de los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa”.
Norman Robson para Gualeguay21