Argentina: 3 de 10 alumnos más favorecidos apenas saben leer
Según los datos que surgen del último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, un 32 porciento de los alumnos de 15 años del estrato socioeconómico más alto no alcanzó el nivel mínimo de lectura en la prueba PISA 2022. Argentina está en el grupo de países con peores resultados entre los jóvenes más favorecidos. De acuerdo a Melina Furman, investigadora de UdeSA y Conicet, “los resultados de PISA señalan que en Argentina tenemos un problema de enseñanza a nivel sistémico, en todos los niveles socioeconómicos”.
Cabe recordar que el PISA (Programme for International Student Assessment) es un estudio a nivel mundial llevado a cabo por la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que mide el rendimiento académico de los estudiantes en matemáticas, ciencia y lectura. El objetivo es contar con datos comparables para mejorar las políticas de educación y sus resultados.
En lo que se refiere a lectura, es un hecho que distintas evaluaciones confirman, una y otra vez, que muchos estudiantes terminan la primaria y la secundaria con dificultades para comprender textos.
Cabe recordar que las pruebas ERCE de la UNESCO en 2019 mostraron que, en promedio, el 46 porciento de los estudiantes de 3er grado no alcanzan el dominio básico esperado para ese nivel en Lectura. Incluso el 26,3 porciento de los estudiantes del tercil más alto tampoco alcanzaban ese nivel básico en comprensión lectora.
Del mismo modo, según las últimas pruebas nacionales Aprender 2023, aplicadas a los alumnos de 6to grado de primaria, el 14,6 porciento de los estudiantes del nivel socioeconómico más alto no alcanzó los requerimientos mínimos en Lengua, mientras que en secundaria este número ascendió a 25,1 porciento.
Vale señalar que leer y comprender un texto es una operación intelectual compleja en la que intervienen el reconocimiento del tipo de texto, la extracción de la información literal, la elaboración de inferencias sobre aspectos no explícitos, el enlace con conocimientos previos, el reconocimiento del sentido global del texto, y la producción de reflexiones y evaluaciones personales y críticas sobre lo leído.
También es válido agregar que, según los autores de este informe, el factor emocional es central para que los estudiantes resuelvan las nuevas dificultades sin frustrarse o sin pensar que lo que se ve reflejado en ese proceso es su incapacidad intelectual, mientras que el nivel socioeconómico es proporcional a la desigualdad en el desempeño de los aprendizajes y las trayectorias escolares.
De estos resultados se concluye que, sin lugar a dudas, en la Argentina, cumplir con los años de escolaridad obligatoria fijados por la Ley de Educación Nacional no garantiza conocimientos básicos, tales como la comprensión lectora, la resolución de problemas de matemáticas, y el pensamiento científico, entre otros. Si la asistencia no alcanza, es imperativo y urgente reformar el sistema educativo.
Norman Robson para Gualeguay21