Ayres de Gualeguay dialogó con la prensa local
Marcelo Cerolini relató que hace ya nueve meses que vienen trabajando sin parar, primero adquiriendo las tierras y luego conformando las distintas sociedades que hacen al fideicomiso.
En lo particular, Cerolini explicó que él vivió muchos años en Gualeguay, luego se fue, y cuando volvió quería vivir en una chacra, expectativa que era compartida por muchos y que motivó que empezaran a investigar la necesidad eventual de hacer un barrio cerrado.
De este modo, el empresario relató que hace nueve meses compraron dos terrenos sobre la ruta 11, y empezaron a trabajar de a poquito con estudios de suelo, de altimetría, de planimetría, de factibilidades, y entraron el proyecto en la municipalidad.
A partir de la presentación del proyecto, según Cerolini, el municipio requirió algunos aspectos y, a raíz de eso, se generó la necesidad de armar una normativa que los encuadre en un marco legal para poder ofrecerles seguridad a los adherentes, lo que dio origen a la normativa que ingresó al Concejo Deliberante.
En esta instancia, el socio de la empresa resaltó que es una normativa para la ciudad, para que cualquier persona que quiera hacer un desarrollo hoy se pueda enmarcar de manera legal.
Respecto del fideicomiso, Cerolini aclaró que es del tipo que se denomina “cerrado”, o sea que tiene un plazo máximo que, en este caso, es de 18 meses.
Por otro lado, Carlos Aloisio, también socio del proyecto, destacó que eligieron a Gualeguay no solo porque parte de los que impulsaron el proyecto eran de la ciudad sino también porque un estudio de mercado corroboró que era un buen lugar, no solo por su ubicación geográfica sino por la calidad de vida de esta ciudad.
La cercanía con el Aero Club
Consultado sobre la trascendencia de la cercanía con el Aero Club manifestada públicamente por esa entidad, Cerolini aseguró que es la Municipalidad quien dirá si está bien o mal, ya que ellos presentaron las habilitaciones y la comuna les dio un número de expediente.
Igualmente, el empresario mostró sobre un plano que parte del terreno, alineado con la cabecera de la pista, fue dejado descampado en cumplimiento de las normativas aeronáuticas.
De todas maneras, la empresa espera la devolución del estudio de prefactibilidad que descuentan será positivo, ya que todo estaría en orden de acuerdo a la reglamentación vigente.
Respecto al reclamo del Aero Club, Cerolini aclaró que ellos no tienen ningún pedido formal sino que están al tanto por los trascendidos en los medios de prensa, mientras insistió en destacar que no hay riesgos para el proyecto.
Por último, respecto de la comercialización, los empresarios manifestaron que, al ser un producto totalmente nuevo para este mercado, todavía están evaluando su aceptación, mientras que informaron que, igualmente, atienden a los interesados en el Estudio Palma, aunque en lo inmediato tienen previsto abrir una oficina comercial.
Gualeguay21