Balance del Carnaval: Las dudas y sospechas de siempre, o más
Con un cálido “Buenas tardes a todos” comenzó un whatsapp de Prensa municipal. “Nos complace compartir con ustedes el balance del Carnaval Edición 2024”, decía. Luego de éso, aseguraron estar a disposición para responder cualquier inquietud, o concertar entrevistas con las Secretarias de Turismo, Cultura y Deportes y de Hacienda y Producción. Adjunto a este mensaje enviaron un documento PDF con los números del carnaval. En la presentación decía que “los corsos de nuestra ciudad crecen año a año y esta temporada no fue la excepción”, y que el Corsódromo estuvo “colmado”. Un informe que a las sospechas previas le suma dudas que a nadie le interesa despejar.
Al final, imágenes de lo más saliente del informe.
A diferencia de otros años, cuando las autoridades por lo menos daban la cara frente a las cámaras, micrófonos y grabadores para dar el resultado del carnaval, esta vez, fiel a su cultura de desprecio por dar a saber lo que debe hacer saber, la Municipalidad solo distribuyó vía whatsapp un informe frío y cerrado, a la vez que se ofreció a gestionar entrevistas que se sabe que nunca concederán.
Cabe recordar que se trató de una edición “austera”, sin premios por la situación económica, y al inicio de la maratón de noches ya se conocía la realidad económica que enfrentarían los estados municipales y provinciales. A pesar de todo eso, los gastos no reflejan “austeridad” alguna, ni, mucho menos, algún recato.
Según los números mantenidos en secreto durante meses por la intendencia, y ahora liberados sorpresivamente, el Carnaval tuvo ingresos por $325,5 millones y egresos por $246,6 millones, arrojando un resultado operativo de $78,8 millones, los cuales, al restársele los $11,2 millones del Corso Infantil, quedaron $67,6 millones de resultado final.
De leer y analizar el escueto informe, surgen un número importante de dudas que, en circunstancias normales, los periodistas podrían evacuarlas con los funcionarios responsables. Claro está que éste no es el caso. Cabe aclarar que ninguna de las tantas sospechas instaladas en la sociedad gualeya por la organización del evento, y la demora en hacer saber los resultados, fue despejada, sino que, ahora, se sumaron dudas. Algunos ejemplos:
1. La capacidad total del corsódromo, según el informe, sería de 6.570 personas (1.100 en Milo y 5.470 en el resto del circuito), y, en promedio, habrían ingresado 5.250 personas con entrada comprada y 2.078 sin entrada, lo cual arrojaría un total de espectadores de 7.328, significando que habrían entrado unas 758 personas más que la capacidad total del Corsódromo desbordándolo realmente. ¿Estará bien eso? ¿Esas son las capacidades correctas?
2. Del total de 6.570 personas que entran en el Corsódromo, se estarían regalando 2.078, lo cual querria decir que casi uno de cada tres espectadores no paga su entrada. ¿Es correcto? ¿Un tercio del Corsódromo entra gratis?
Por otro lado, respecto de los gastos informados, aunque no muy detallados, surgen las siguientes dudas:
3. En publicidad, por un lado, se habrían gastado $2,2 millones en los medios provinciales y, por otro, $6,2 millones en “cartelería”, pero solo se vendieron $400 mil. ¿Es así? ¿Solo eso se pudo vender de publicidad?
4. En comisiones a Mercado Pago se habrían gastado $14,0 millones, pero se vendieron de entradas $290,5 millones de venta, lo que querría decir que habrían pagado 4,8 porciento de comisión. ¿Es así? ¿Todos pagaron con esa plataforma?
5. En sonido se habrían gastado $45,8 millones, casi lo mismo que se le dio a las tres comparsas, lo que representa casi un 20 porciento del total de egresos. ¿Es así? ¿No es mucho?
6. En “pulseritas” se habrían gastado $4,1 millones, lo cual significaría que, si se hicieron por el total de la capacidad a los largo de las 10 noches (6570×10), cada pulserita costó $62,40. ¿Es así? ¿Eso cuesta cada una, o compraron para los próximos años?
7. En viandas se habrían gastado $18,8 millones, lo cual significaría que se gastaron $1,9 millones por noche, y, si cada vianda hubiera costado unos $5 mil, se habrían distribuido unas 400 viandas por noche. ¿Es así? ¿A quienes y porqué?
8. En seguridad, a la Policía se le habrían pagado $23,1 millones, lo que significaría que cuidar a cada espectador costó casi $500. ¿Es así? ¿No es mucho por tratarse de un servicio público?
Estas son solo algunas de las dudas salientes que surgen de una primera lectura al tan valioso y más reservado documento de la Municipalidad sobre la edición 2024 de nuestro carnaval. Números que, si no despiertan sospechas y dudas, por lo menos confunden y no dejan conocer la realidad que hay detrás de los mismos.
Norman Robson para Gualeguay21
Balance del Corso 2024