Como si les pasara a otros
Los argentinos somos habitantes que miramos el país que nos pasa como si les pasara a otros, con una hiperespecialización en diagnóstico… hay simposios en todas nuestras casas, en los bares y en nuestras reuniones sobre lo que habría que hacer con la Argentina.
Y dado que cada uno de los argentinos somos especialistas en absolutamente todo, sabemos lo que hay que hacer, a la espera de que alguien lo haga, obviamente.
Imaginen ustedes, siempre doy este ejemplo, que la Argentina en lugar de ser un país fuera un paciente: bueno, se nos moriría. Tiene cuarenta millones de especialistas en diagnóstico. Tomografías computadas, análisis de rayos X, equipos súper sofisticados; y todos los argentinos rumiando y discutiendo en el ateneo de cada semana sobre qué intervención requiere el paciente que es la Argentina. Y hay una especialidad, dentro de la medicina, que creo es muy gráfica y muy importante, que es la cirugía. Una especialidad un poco cruenta pero imprescindible. A veces hay que operar. Y resulta que en el universo de los argentinos que queremos atender la salud de la República, que padece, nadie quiere ser cirujano. Porque le impresiona la sangre, porque no le gusta cortar, porque es un poco cruento.
Y mientras estamos discutiendo quién va a ser cirujano, resulta que al quirófano donde hay que operar, un día nos distraemos y entra un carnicero. Que usa casi los mismos elementos en otra magnitud, en vez de bisturí es un cuchillo. Igual hay sangre, pero no entra para curar y sanar, entra para depredar. Entra para cortar y llevarse lo de todos para algunos. Y nosotros no podemos pensar en las ciencias médicas sin una especialización en cirugía.
Volviendo a nuestro tema, no podemos confundir la política con muchos de los políticos que supimos conseguir. Cuando confundimos esas distorsiones con la acción, perdemos el recurso. Por lo tanto, tenemos que volver a reivindicar la política como una acción de todos por el bien común.
Rab. Sergio Bergman