Compró garrocha o se quedó sin crédito

En ese espacio, Erro advirtió públicamente que las designaciones en la Justicia local son “a dedo”, a la vez que aprovechó para denunciar que acá “suceden cosas bastantes reprochables”, advirtiendo que hay decisiones que lo sorprenden y remarcando que la mayoría de los jueces, fiscales y jueces de paz son interinos.
En el mismo sentido, Erro insinuó, con énfasis, que en Gualeguay, al tener una Justicia totalmente interina, quienes han sido nombrados no lo han sido por mérito o calificación sino porque “hay cuestiones políticas que están involucradas”.
De este modo, Erro blandió un manto de sospechas sobre toda la justicia, al insinuar cierta corrupción política dentro de la misma, como que jueces, fiscales y jueces de paz actúan según los intereses del poder político de turno.
De la misma manera, luego de rajarse las vestiduras porque los cargos no se dirimen por concurso, aseguró que “el Poder Judicial debería ser diferente y no estar tan politizado”, ya que acá “la Justicia tiene algún apoyo político”.
Por último, cerró lamentándose de que “toda la ciudad está sorprendida por el hecho de que los cargos no se diriman por concurso”.
Ahora bien, a muchos sorprende esta reacción exagerada de Erro en un momento de tranquilidad judicial, donde todas las causas que lo comprometen están “cajoneadas” gracias a algún presunto pacto político.
No se puede negar que su filiación política al partido gobernante, su alineación con este proyecto nacional, provincial y comunal, el mito que el mismo ha inventado y la ausencia del Tribunal de Cuentas por estos pagos pesan mucho a la hora de intentar comprender porque no se esclarecen tantos delitos contra la administración pública.
Así y todo, de buenas a primeras, Erro se levanta una mañana, llama a su agente de prensa en Paraná, y sale al aire gritando a los cuatro vientos que la justicia gualeya es político-dependiente.
O sea que, como los jueces y fiscales locales son nombrados interinamente por el Superior Tribunal de Justicia, éste también es político-dependiente.
O sea que, todos son corruptos.
Por lo tanto, si Erro sale, repentinamente, a agredir a quienes sostienen la espada de Damocles que se cierne sobre su cabeza, algo groso ha pasado.
Pero, si es cierto que el urribarrismo lo tiene atado de los genitales al contener la creciente ola de causas penales en su contra, este muchacho, con estas declaraciones, se estaría suicidando, o bien ya tendría arreglado el salto hacia algún lado y solo se prepara a resistir los embates de la justicia.
De no ser así, solo queda aceptar que el peso de los delitos cometidos ya supera ampliamente la conveniencia del consentimiento político y el presunto pacto ya estaría roto.
Norman Robson para Gualeguay21