De que estamos hablando Sr. Intendente

A lo largo de sus textos, llama la atención cuando el Sr. Intendente escribe “Estuvimos visitando a vecinos y observando el lugar” cuando, en honor a la verdad, viviendo frente a la misma no lo hemos visto nunca en estos 4 años, y de esto pueden dar fe, aparte de mi familia, varios vecinos próximos a la planta en cuestión.

Llama también la atención cuando el Sr. Intendente escribe que “La empresa debe relocalizarse”, como si recién hubiese descubierto el problema, cuando hace una década que la vecina Marina Lerman viene peregrinando por juzgados, instituciones y reparticiones públicas.

Llama también la atención cuando el Sr. Intendente escribe que “No puede estar más ahí”, no solo porque ya hace largo tiempo que lo sabemos sino porque en sus 4 años de gestión hizo nada para la radicación de industrias en una zona industrial.

Llama también la atención cuando el Sr. Intendente escribe que “No va a cerrar ninguna fuente de trabajo”, cuando a la hora de ordenar clausuras inútiles priorizó sus intereses proselitistas sin muchos miramientos para con la gente afectada.

Eso sí, es totalmente cierto que “Los vecinos padecen un sufrimiento que no tienen por qué aguantar”, tan cierto como que ni los antecesores ni el actual jefe comunal han hecho nada para atender esta problemática.

Por eso sorprende que hoy el Sr. Intendente se suba al caballito ambientalista, se vista de verde, ponga cara de compungido y proclame a los cuatro vientos su preocupación por los vecinos de Quimiguay, cuando su gestión jamás consideró a los vecinos del cordón de chacras.

Por último, también sorprende que el Sr. Intendente sugiera la posibilidad real de un traslado de Quimiguay al parque industrial aduciendo que hasta existirían tanto la posibilidad de un crédito como la voluntad de la empresa.

Quienes conocen un poquito la problemática productiva saben ciertamente que estamos muy lejos en el tiempo de poder radicar una empresa en el proyectado parque industrial. Casi una década de lejos.

Un crédito a Quimiguay no sería nada ante la necesidad de créditos para enaltar la zona, extender el gas, ampliar la potencia eléctrica, llegar con el agua y construir un cluster para el tratamiento de efluentes. Casi una década de lejos.

Y quienes conocen un poquito la operatoria de Quimiguay y la de empresas de este tipo saben perfectamente que estas no tienen escrúpulos a la hora de sus decisiones expansivas.

Solo basta ver que Quimiguay ya está instalada en su tercer establecimiento en la zona, éste más cerca del centro, y nadie se ha preocupado por hacer algo al respecto.

Hoy Quimiguay sigue trabajando normalmente, así como también su melliza Soluciones Ambientales, en la vecina Carbó, y su flamante depósito en ruta 11 y Av. Illia, y nada parece indicar que esto pueda cambiar.

Por lo tanto, no solo no se sabe de qué está hablando el Sr. Intendente, sino que queda la semilla de la duda sobre si desconoce la realidad o la tergiversa con fines proselitistas sin ningún ánimo de buscar soluciones sustentables.

Eso sí, es absolutamente intolerable que el Sr. Intendente ose enarbolar la causa ambientalista, y los ambientalistas así lo permitan, cuando es parte ineludiblemente responsable de nuestra situación medioambiental.

Cada cual con su cada cual y que no nos confundan los falsos discursos.

Norman Robson para Gualeguay21