Destino Rosario
No se trata de una promoción turística, ni de un viaje previsto, sino de la ciudad que es ejemplo del escenario de violencia al que va a llegar toda nuestra sociedad si no median estrategias políticas comprometidas para corregir el rumbo. Un video de Filo.news aborda la problemática de crimen fácil que sufre hoy la Cuna de la Bandera. Adolescentes absorbidos por la droga y el delito que se convierten en sicarios con escalofriante facilidad.
Se trata de un trabajo que incursiona en lo que se vive hoy en Rosario, en las voces de Carlos Del Frade, diputado provincial y periodista; Marcelo Sain, ex Ministro de Seguridad santafecino; Paco, que roba desde que aprendió a caminar y estuvo preso con el líder de Los Monos; y el periodista Juan Britos, de esa ciudad, acompañadas por imágenes contundentes de la realidad que viven hoy los rosarinos.
Del Frade: “La que hoy está actuando con mayor fiereza y crueldad en Rosario, incluso con órdenes de tirar contra bebés, es la banda llamada de los Gorditos, en la que manda un muchacho de 25 años, Brando Bay, realmente un desquiciado que manda a trozar a sus enemigos, al igual que los narcos mejicanos”, dice, y agrega: “eso que se está viendo en las calles es el resultado de nuevas camadas que rápidamente quieren imponerse en el territorio”.
Sin lugar a dudas, no es una casualidad, sino que se trata de una consecuencia lógica de la falta de políticas de Estado, o, si se prefiere, de la ausencia de un conjunto de políticas públicas que apuntaran contra la desgracia infantojuvenil. El informe es claro: en 2020, en plena pandemia, en Rosario, hubo 214 homicidios y 871 heridos por arma de fuego en disputas narco, lo que significó el 70 porciento del total de homicidios.
Sain: “La verdad es que (Guille Cantero) está comandando esta secuencia de violencia en Rosario desde una cárcel federal, pese a que gran parte de los muertos que hay entre los distintos grupos que se disputan los barrios son muertos que están directamente vinculados al narcotráfico”, dice, y afirma: “evidentemente hay una fábrica de sicarios, una fábrica de gatilleros en Rosario que es asombroso”.
Lo que ocurre en la capital santafesina debe ser tomado como una advertencia sobre la necesidad imperativa de llevar soluciones a los sectores más vulnerables de nuestras ciudades y evitar que se conviertan en antros de violencia. Sería un gran error pensar que lo que pasa en Rosario no podría pasar en otras ciudades.
Paco: “Nunca vi tanta maldad o interés en sacarle la vida a otra persona o andar matándose entre ellos. Como que lo tienen por un hobby matar a alguien. Allá todos están por ser sicarios, ninguno está por robo”, dice, y sostiene: ” ninguna ciudad es tan picante como Rosario”.
El grado de desprecio por la vida ajena es escalofriante, al igual que la perversidad, inescrupulosidad e impiedad de los crímenes, con bebés asesinados y contrincantes descuartizados. Todo vale en el fecundo laburo de sicario.
Britos: “Ahora, la calle la manejan chicos que crecieron en ese entorno narco. Estos chicos tienen otra cultura delincuencial. Los jóvenes humildes, con poca formación profesional, no son los únicos que trabajan de matar gente en Rosario. Algunos casos son presentados en la prensa como supuestos enfrentamientos y ajustes de cuentas entre bandas, pero, en realidad, la practica la policía para eliminar cabos sueltos”, dice el periodista de Filo.news.
Lo cierto es que Rosario no está lejos, ni en distancia, ni en tiempo. No estamos lejos, y, si no hacemos nada, nos despertaremos un día en medio de un sanguinario tiroteo entre gurises. Sin ir más lejos, un par de semanas atrás, en nuestra periferia hubo un tiroteo con un muerto. En el mismo se enfrentaron veteranos de 19 y 20 años.
Norman Robson para Gualeguay21