Drama y violencia pasional en las chacras

Es por ello que la mujer se aproxima agudizando su mirada y determinando con gran estupor que el encubierto caminante era su concubino, que cariñosamente iba con una mujer, también conocida por la desdichada, quienes sin escrúpulos se introdujeron en una casilla rodante cercana al comedor de referencia.
Indudablemente que a pesar del mal momento y el hondo pesar por el que atravesaba, la indujo a pedir las explicaciones del caso, razón por la cual guiada por las fuerzas del engaño, se dirigió hasta el supuesto escondite amoroso, que a la postre resulto en nidito de amor, ya que para tristeza de la engañada, los encontró plácidamente acostados en su supuesto lecho nupcial.                 
La incómoda situación despertó una fuerte discusión entre los tres, la cual lógicamente iba subiendo cada vez mas de tono hasta que el infiel, en un total acto de cobardía, seguramente originado por la furia de verse descubierto en su traición, tomó de los pelos a su concubina y la arrastró por todo el campo traviesa en dirección a su domicilio -al mejor estilo cavernícola a pesar de los tiempos que se viven en defensa del derecho de la mujer-, mientras la atormentaba con amenazas  verbales y agresiones físicas, hasta llegar a la vivienda que ambos compartían, por lo menos hasta este día.
Bajo todas las penurias vividas, la traicionada en su sentimientos se armó de valor suficiente para zafarse e ingresar raudamente al interior de la una habitación, donde se encerró dejando afuera a su irascible concubino, el que continuando con su belicosa actitud al no poder pegarle le profería toda serie de improperios, hasta tal punto y lejos de haber saciado su bajo instinto, empuño un arma de fuego para obligarla a salir, y vaya a saber que destino le quería dar a quien tiempo atrás amaba.-
El temor no amedrentó a la desprotegida dama, ya que puede dar aviso telefónico al Comando Radioeléctrico, el cual con la premura del hecho evidente de violencia de género,  ameritaba una inmediata intervención, haciéndose presente a los pocos minutos personal de Comisaría Primera, poniendo en fuga al victimario, por lo que se asiste a la víctima bajo una crisis de nervios, para luego trasladarla a sede policial, a la vez que se comienza a buscar al canalla agresor de mujeres, siendo encontrado escondido entre unos pastizales, donde fue aprehendido, como así también fue localizada el arma de fuego incriminada, -escopeta cargada calibre 16 de doble caño- que se encontraba oculta arriba del techo de la casa junto a unos cartuchos mismo calibre.
Cumpliendo con los tramites de rigor y bajo las mandas del Agente Fiscal en turno, este masculino fue trasladado a la Jefatura de Policía donde quedó alojado en la alcaldía, sin perjuicio de habérsele iniciado una causa judicial con varias calificaciones legales por las lesiones y amenazas calificadas.-
Jefatura Departamental Gualeguay