El costo de la deforestación en la cuenca del Gualeguay

.
Imagen: Tomas propias en el río Gualeguay a la altura de la Selva de Montiel
Federico Minardi, especialista en Teledetección y Sistemas de Información Geográfica de la FAUBA, afirma que “los bosques nos brindan muchos beneficios”, y agrega que, “por ejemplo, contienen una gran biodiversidad, capturan carbono y regulan inundaciones”. Por último, se lamenta: “Sin embargo, hace décadas que sufren el avance de la agricultura en todo el país”. Para explicar esta situación, Minardi aborda la realidad de la cuenca del río Gualeguay y justifica la imperiosa necesidad de protegerla.
El especialista, en un artículo de El Debate de Zárate, sostiene que éstos ecosistemas, son claves para regular inundaciones, ya que amortiguan el impacto del avance de la agricultura. En otras palabras, asegura que cuando se reemplazan bosques para hacer agricultura, aumentan las inundaciones, porque los cultivos ocupan el suelo solo unos meses al año, consumen menos agua y el agua subterránea sube hasta alcanzar la superficie.
Como Minardi observó que, en muchas regiones de la Argentina, la superficie dedicada a la agricultura aumentó, y, en general, lo hizo sobre ecosistemas nativos, con relevantes impactos, no así en la cuenca del río Gualeguay, se lanzó a descubrir estas razones realizando un estudio de la FAUBA al respecto.
Cabe agregar que la cuenca del río Gualeguay cubre casi un tercio de Entre Ríos, y casi la mitad de su superficie está cubierta por bosques nativos, donde el investigador analizó el cambio de uso del suelo y sus consecuencias a través de imágenes satelitales y datos de campo.
Al cabo de ese análisis, Minardi descubrió que, en la cuenca del río Gualeguay, entre 2006 y 2019, la agricultura se expandió un 9 porciento y los bosques nativos se redujeron un 8,4 porciento. Casi 58 mil hectáreas de bosques se habían convertido en agrícolas alterando el ciclo del agua y aumentando el riesgo de inundaciones.
Por otro lado, el especialista no detectó cambios abruptos en el régimen hídrico de esta cuenca. “Esto contrasta fuertemente con lo observado en cuencas con similares climas y pérdidas de bosque”, reconoce, y señala que, en la cuenca del Río Negro, en el Uruguay, y en la del Carcarañá, en Santa Fe, los caudales se alteraron mucho.
A partir de estas diferencias, Minardi advierte que la diferencia clave es que en la del Gualeguay todavía persiste un 40 porciento de cobertura boscosa, la cual estaría amortiguando estos impactos, y remarca que “por este motivo es fundamental garantizar su conservación. Pero esto solo será efectivo si se cumplen los controles y monitoreos”.
Por último, el investigador recordó que, de acuerdo con el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos, el desmonte está permitido solo en el 13 porciento de la superficie de la cuenca, mientras en el resto está prohibido, y recalcó el rol de los bosques como reguladores naturales del ciclo hídrico.
Fuente: Santiago E. Zagaglia (SLT-FAUBA)
Gualeguay21