El oficialismo local en profunda crisis política
Ya es preocupante la aguda crisis política que vive hoy el oficialismo con vistas a las próximas elecciones, una crisis que explota a partir de la visita del Gobernador y su consentimiento a los caprichos de Erro, desplazando de la escena a quienes genuinamente representan el peronismo local.
Con los legisladores Vittulo y Albornoz relegados a un segundo plano, con Matorras y Tassistro fuera de la escena, y con una militancia aún dispersa a pocos días de las elecciones primarias, el escenario se plantea, además de confuso, crítico y complicado.
Cabe recordar que este escenario surge a partir de la obsesión de Urribarri por consolidar a Erro dentro del oficialismo local, donde todos han huido de su lado por sus aberrantes prácticas para agruparse “en la otra vereda”, como señaló el propio Intendente.
Ante este marco, al bajar Urribarri a Gualeguay, Erro se impuso como líder de un menguado comando electoral que, por ahora, solo lidera una campaña en contra de los legisladores, la viceintendente y algún periodista, y nada aporta a la campaña de los candidatos de FPV.
Ante este cuadro, respondiendo a su devoción al Gobernador, los Diputados Vittulo y Albornoz aceptaron a regañadientes prestarse para la foto y consentir el liderazgo de Erro en la ciudad, pero sus bases lejos están de responder a esta orden de alianza.
Mientras tanto, Matorras, tal vez conociendo bien la situación y sabiendo la insustentabilidad de la estrategia propuesta, se excusó de estar presente en Gualeguay para recibir a Urribarri argumentando una importante sesión de Senadores.
Por último, la viceintendente Tasistro se llamó a retiro político luego de ser desairada dentro de la propia casa municipal y de prescindirse sus servicios para colaborar en esta campaña.
Todo esto se da bajo el monitoreo de Carolina Gaillard, la sobrina de Urribarri candidata a Diputada y responsable de coordinar la campaña en el departamento, a quien todos se prestan a colaborar pero quien en realidad no logrará liderar la militancia en pos de un objetivo electoral.
En resumen, un Erro débil y cada vez más arrogante en su soledad pero con aval del mismo Urribarri, unos diputados de brazos caídos, un senador mesurado y distante, una vice borrada, y una militancia absolutamente desintegrada hasta la inexistencia, son los componentes de esta crisis política donde el alquimista no cesa en errar las fórmulas.
De no mediar un importante golpe de timón, esta crisis, de cara a las elecciones legislativas 2013, pone en riesgo el proyecto oficialista y puede desembocar en un apocalipsis político para el Frente para la Victoria en Gualeguay.
Gualeguay21