El pueblo es soberano

Según lo vertido en las redes sociales y algunos medios, la idea es que “desde las 0 hora de este día y hasta las 0 hora de mañana nadie compre ningún producto en los grandes supermercados ni cargue combustible en las estaciones de servicio para demostrar que no se avala la suba especulativa de los precios”.
Del mismo modo, la idea también es exigir, además, que “el Estado haga cumplir la ley, controlando e imponiendo las multas correspondientes a aquellos formadores de precios que presionan para una suba permanente e injustificada de los precios que devoran los salarios de los trabajadores”.
Cabe destacar que este tipo de manifestaciones son muy efectivas, y así lo acreditan ejemplos de otros países, cuando se realizan contra los servicios públicos, pero no en el consumo, ya que el pan de hoy puedo haberlo comprado ayer, mientras que si hoy no prendo la luz en todo el día, o no uso el teléfono, o camino en lugar de tomar un colectivo, no lo puedo recuperar ni antes ni después, y sí se produce un impacto sobre el formador de precios.
Ahora bien, en este caso en particular, quienes promueven ésta protesta masiva en contra del alza de precios estarían olvidando algunas cuestiones…
Primero, como dije, olvidan que los consumidores van a abastecerse el jueves lo que normalmente se abastecen el viernes, o sea que, el consumo de uno y otros productos va a ser el mismo, solo que se realizaría los días previos.
Segundo, ésta medida apunta a los comercios, quienes no son los verdaderos formadores de precios, más allá de que algún pícaro se abuse o se cubra de más, desvío éste que se neutraliza con la libre competencia. Los verdaderos formadores son las matrices, o sea, las fábricas de productos y las petroleras, la cuales, como vimos, no percibirán el impacto de la manifestación ya que terminarán vendiendo lo mismo.
Por último, pareciera que no conciben la incidencia del gobierno en la economía, ya que quienes gobiernan son quienes realmente definen el sistema económico a través de las leyes, de las medidas económicas y de los agentes contralores.
Si concebimos a la economía como el inmanejable producto arbitrario de una puja de intereses, estaríamos reconociendo la total ausencia de gobierno en ese sentido.
Por todo esto, la protesta propuesta para hoy es inefectiva e injusta, y pareciera estar motorizada desde el mismo gobierno para desviar la atención del problema y disimular su incompetencia.
Por último, el pueblo debe saberse consumidor todo el año, premiando y castigando a sus proveedores a lo largo de todo el año, no solo un día. O sea, si le aumentan de más los servicios públicos, el pueblo debe bajar su consumo, si no le brindan un buen servicio, debe comprar en otro lado, si es más caro, debe comprar en otro lado, y si sigue siendo caro, no lo compra en ningún lado, y así se acomoda la oferta de acuerdo al consumo.
El pueblo es soberano tanto cuando vota como cuando compra, simplemente porque elije.
Norman Robson para Gualeguay21