17 marzo, 2025 2:35 am
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En franca lucha contra un flagelo social

Recién cumplió su primer mes de vida la campaña de Estrellas Amarillas, promovida a nivel nacional por la Red de Familiares y Amigos de Víctimas de accidentes viales y, en nuestra ciudad, impulsada por Norman Robson junto a un nutrido grupo de vecinos.

En nuestra ciudad formaron un grupo “recuerdo y conciencia”, y se reúnen todos los miércoles y lo sorprendente es que se suman cada vez más vecinos.

 

 

 

Debemos discutirlo el tema, que en definitiva es una preocupación que engrosa estadísticas y llantos.

– ¿Como avanza la campaña de las Estrellas Amarillas?

Marcha  bien y, lamentablemente, con mucha gente sumándonos semana a semana. Digo lamentablemente porque las razones por las cuales se acerca la gente no es algo de celebrar. Lo que sí es bueno es que todo el tiempo se nos están acercando familiares o amigos de víctimas de desgracias ocurridas en nuestra ciudad, y eso contribuye a conformar un grupo de gente que es consciente de la problemática y de la urgencia de darle soluciones.

En este sentido, se puede decir que la campaña va tomando la forma de una campaña de lucha, todavía solitaria, contra un flagelo social muy encarnado en nuestra comunidad.

– ¿Cuantas estrellas han pintado ya?

Desde que arrancamos, el 1° de diciembre pasado, ya llevamos 14 estrellas pintadas en distintos puntos de la ciudad. Incluso, en un par de lugares, tenemos dos estrellas juntas. Pero lo que nos angustia, aunque hace poco que comenzamos, es no sentir un cambio de conducta en los vecinos, y, por el contrario, vemos gente que no asume la gravedad del problema, gente que no valora la vida, gente que no le interesa el bienestar o que, en su ignorancia, no se da cuenta de que el libertinaje como filosofía de vida no tiene final feliz.

– ¿Cuáles son las condiciones, si se puede decir así, para pintar una estrella amarilla?

No hay condiciones prácticamente, solo es necesario que exista una víctima fatal de un siniestro vial y el interés de sus seres queridos en sumarse a esta campaña pintándole una estrella, y acompañándonos en los distintos proyectos que tenemos.

Por eso, es preciso recordar que necesitamos que se sumen, que nos acompañen, que si bien el objetivo es pintar estrellas amarillas, hay muchas cosas más para hacer, acciones que nos pueden llenar alivio y, al mismo tiempo, contribuir a erradicar un serio flagelo que asola a nuestra sociedad.

– ¿Como hacen con los recursos, como consiguen el dinero?

En realidad no necesitamos mucho dinero. Los insumos de este grupo es lo necesario para pintar las estrellas, o sea, pintura vial, pinceles, rodillos y tiner. Y eso lo solventamos poniendo un poquito cada uno y con la gentileza de comercios locales que se comprometieron con la causa y nos hacen importantes descuentos. Tal el caso de Piaggio y de la pinturería Norte.

– ¿Qué pasa con aquellos casos que ocurrieron fuera de la ciudad?

Esa una asignatura pendiente que tenemos para este año. Y, lamentablemente también, son muchos los casos. Como tu caso particular, Julian, hay muchos otros que quieren sumarse a esto, para lo cual tenemos dos ideas previstas, según lo que nos comentan desde las otras asociaciones.

Una, especial para aquellos que no ocurrieron muy lejos, es colocar carteles sobre la ruta, algo sobre lo cual tenemos previsto avanzar tanto en la legislatura como en Vialidad Provincial, y la otra es gestionar ante el municipio un lugar adecuado donde erigir una estrella que recuerde a todos los gualeyos muertos en accidentes fuera de nuestra ciudad.

– ¿Cómo se va consolidando el grupo?

Se está armando un grupo muy especial. Recordemos que todos tenemos en común el dolor, entonces no hay mezquindades ni pavadas que tal vez surgen en otras circunstancias.

Algunos están a veces, algunos siempre, otros nunca, como todo, pero si es necesario por alguna razón, estamos todos.

– ¿Que respuestas obtienen de la sociedad?

Aquí es donde me ataca la incertidumbre. Hay gente que valora mucho lo que hacemos, no solo desde la piedad que pueden inspirar familiares de víctimas fatales, sino desde la necesidad de hacer algo urgente por este flagelo que nos asola y nos arrebata gurises chicos como el otro día.

Pero, por otro lado, como te decía, ves actitudes y comentarios que te debilitan, que te llevan a pensar que lo que hacemos es inútil, pero, gracias a Dios, tomamos fuerzas de algún lado, nos recobramos, renovamos nuestros votos y seguimos.

Y creemos, entonces, que no estamos tan jodidos como comunidad.

Igualmente, recordemos que, aunque por el problema ya parecemos viejos, recién hace un mes y pico que arrancamos con esto.

– ¿Que proyectos tienen de acá hacia adelante?

Como bien dice el nombre del grupo, Recuerdo y Conciencia, nuestra intensión es actuar en ambos sentidos. Por un lado, ayudarnos entre nosotros, entre todos aquellos que pasamos por esta situación, a llevar adelante el dolor del recuerdo, y por el otro, darle sentido a nuestra pérdida utilizándola para generar conciencia.

Esto último puede sonar duro, feo, pero, como siempre decimos, en la comunidad hay tres tipos de gente respecto de esta situación, aquellos que conocemos el dolor, aquellos que lo sospechan, y aquellos que lo ignoran.

Estos últimos, como vemos diariamente, conforman un gran universo, y es a donde nosotros apuntamos. No queremos que ellos, repentinamente, formen parte de nuestro grupo. Como dice Raquel, cuando te tocan el timbre ya es tarde.

– En este sentido… ¿Qué acciones tienen intensión de realizar?

Ya tenemos definida una campaña sencilla para llevar adelante junto a los medios. Como uno de los aspectos más relevantes de esta problemática es el desconocimiento de la normativa de tránsito, aquella que está estudiada y diseñada para ayudarnos a convivir en movimiento, vamos a definir una norma por semana para que se difundida por todos los medios locales, cosa que la comunidad, cada semana, escuche reiteradamente una regla de tránsito.

Del mismo modo, considerando que los jóvenes son los más expuestos en esta problemática, también tenemos la idea de dar charlas en las escuelas, no como técnicos conocedores de tránsito sino como familiares contando la experiencia de vida que significa la pérdida de un familiar.

– En un momento hablaron de dedicarse también a ustedes, a aquellos quienes sufren estas desgracias…

Bueno, en ese sentido, el solo hecho de hablar entre nosotros ya es una buena contención. Hablamos entre colegas, si se quiere, hablamos el mismo idioma del dolor, entonces nos sentimos comprendidos.

Pero también, gracias al aporte de profesionales que por iniciativa propia se acercaron al grupo, también pretendemos armar algún tipo de servicio de contención a los familiares. A partir de que nos adentramos en el tema observamos el impacto negativo que tienen estas desgracias en las familias, familias que por desconocimiento o por faltas de recursos no accede a la debida asistencia y ve muy afectados sus vínculos emocionales.

– Un deseo…

Como dijo el Dr. Albino cuando el año pasado vino a inaugurar la casa de Conin, “el objetivo es que no haya más nada por hacer”, en el caso nuestro creo que es lo mismo, sería que no haya más estrellas para pintar.

Pero siendo un poquito más realista, el deseo para este 2013, y creo que es compartido con todo el grupo, es que maduremos un poquito como comunidad, que tomemos un poquito de consciencia sobre este tema, eso significará que nos estaríamos curando y que nosotros contribuimos.

Julián Cosso para La Nota Clara de El Debate Pregón

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