Familiares preocupados denuncian apremios ilegales en la Unidad Penal N° 7
Familiares de distintos internos alojados en la Unidad Penal N° 7 de Gualeguay han manifestado su preocupación por la realidad que viven sus hijos o parejas alojados en los distintos pabellones, donde estarían siendo víctimas de atropellos y violencia por parte del personal penitenciario. Si bien todos temen dar sus nombres por miedo a que sus familiares internados sean identificados, y sufran las represalias, cada uno, bajo estricta promesa de reserva, brindó detalles sobre lo que estaría ocurriendo puertas adentro del penal. La carta de un recluso.
En diálogo con Gualeguay21, familiares directos de 6 internos alojados en distintos pabellones transmitieron su preocupación por la situación de apremios que éstos están sufriendo. Según relataron algunos, un ejemplo de esto es lo ocurrido el pasado 9 de noviembre, cuando una requisa ordinaria realizada por el personal carcelario se convirtió en un alevoso atropello contra los derechos, los bienes y la integridad de los reclusos.
De acuerdo con los relatos, en aquella oportunidad, los guardiacárceles arrasaron con todas las pertenencias de los internados y las trasladaron al patio, donde les destruyeron los colchones, les desgarraron sus ropas, les rompieron paquetes de alimentos y desparramaron su contenido en el piso, les rompieron utensillos, e, incluso, les secuestraron dinero que tenían para sus gastos.
Por otro lado, lo ocurrido, tal vez, ese 9 de noviembre, fue subrepticiamente registrado, en imágenes y videos, con el celular de un interno. Esos registros, compartidos por los familiares, muestran al personal penitenciario desparramando bienes, que serían de los internos, en un patio interno.
Los testimonios recabados, lamentablemente, advierten sobre que este tipo de requisas se estarían dando con demasiada frecuencia, y su origen sería el ingreso de droga y la tenencia de celulares, realidades que superarían a la administración carcelaria. Según cuentan, las autoridades tendrían conocimiento de que hay droga y de que algunos internos tienen celulares, pero como no pueden encontrarlos, recurrirían a estos atropellos contra todos por igual. “Hacen pagar a justos por pecadores”, se quejó uno de los familiares.
Tal sería la frustración del personal carcelario, que, según afirman, habrían llegado a golpear brutalmente a los internos, denigrándolos, y, como si eso fuera poco, los castigarían, dejándolos sin agua, obligándolos a dormir en el piso, sin ningún tipo de alimento durante horas, y sin recibir visitas.
Por último, los reclamos escuchados apuntan contra el Director Sergio Rodolfo Conde, y sus funcionarios. Según las propias palabras de un interno, expresadas en una carta, los reclamos son “porque, más allá de nuestros errores, nuestras familias hacen un esfuerzo enorme para poder traernos así sea una sal, estamos tratando de mejorar y pagando nuestros errores también, pero esto no es justo, sabemos que después de hacer esto público vienen represalias en contra de todos nosotros y tenemos miedo, incluso por nuestras vidas, y decimos esto porque hay varias personas alojadas en los calabozos en modo de castigo, lastimados, sin comunicación y sin atención médica, esto no puede seguir así”.
Norman Robson para Gualeguay21