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Futuro en riesgo


Dos semanas pasaron de las primarias y, estando a solo dos meses de las generales, el clima está tibio tirando a frio, sin señales de nada, poniendo en riesgo el futuro de aquellos que votaron por el cambio.

El pasado 9 de agosto, más del 70 por ciento de los gualeyos demostraron que quieren un cambio, y lo hicieron a través de 8 propuestas, entre las cuales, sin desmerecer a ninguna, se destaca el ganador de Cambiemos, Gualeguay Nos Une, con apenas 12 por ciento de los votos.
Por su lado, el oficialismo, que ganó su interna y cosechó casi 29 por ciento, descansa en su soberbia y en las ventajas que le brinda su corrupto aparato, mientras mira displicente a su desorientado adversario.
El oficialismo se cree ganador y disfruta de demostrarlo, máxime sabiendo de las debilidades que priman en la otra vereda, lo que le permite exagerar sus fortalezas y despreciar a su propio pueblo, coptando referentes, mercenarios otrora fervientes opositores, para que lo encanten y lo persuadan de votarlo.
Ante este escenario, pasados quince días de conocidos los resultados, los ganadores de la llave opositora aún no desensillan de sus altivos caballos, muy exagerados para la modesta cosecha, y copian esa soberbia tan característica del oficialismo y que tan antipática resulta a la sociedad.
Tal es así que hoy solo se miran de reojo y con recelo, y nadie toma la iniciativa de ordenar la unión y alistar a los que falten, todos detrás de una propuesta opositora concreta y consolidada que termine con este proceso de degradación social al que nos sometió este gobierno.
Esta actitud, por su apariencia necia, pone en alerta a la sociedad de Gualeguay, la cual, como dijimos al principio, se muestra dispuesta al cambio y en contra del régimen totalitario reinante.
No es para menos. En estos dos meses que quedan, Gualeguay Nos Une debe consolidar su frente sumando a su 12 por ciento el restante 18 de las otras tres fuerzas, lo que solo le alcanzará para equiparar fuerzas con el oficialismo.
De esta manera, la diferencia para uno y otro estará en la oposición que perdió dentro del Frente para la Victoria, un 28 por ciento que deberán conquistar en concurso con sus respectivos referentes, en un 5 por ciento que no fue a votar en estas PASO y seguramente lo hará en las próximas generales, y en un 9 por ciento que votaron en blanco y hay que ver que harán en la próxima.
Este 40 y pico por ciento es el que, finalmente, dirimirá quien manejará los destinos de Gualeguay por los próximos 4 años.
Como se puede apreciar, nada está dicho.
Ahora bien, preocupa ver a quienes deberían liderar este cambio desde hace días sentados en su bunker de Belgrano y Veinticinco, a la espera de que vengan al pie sus contrapartes.
Preocupa verlos discutiendo todavía la pérdida de la senaduría o deliberando como disfrazar al PRO de peronista para seducir las bases opositoras del FPV, para así evitar negociar con sus dirigentes.
Preocupa porque así no se avanza, porque esto no augura un gran porvenir para Gualeguay en las próximas elecciones generales, y preocupa, especialmente, a todos aquellos que estamos esperanzados en un cambio para el futuro de nuestra ciudad.
Ruego a Dios ilumine a nuestros dirigentes y los aliente a tomar un baño de grandeza para que, en estas próximas semanas, puedan hacer honor al nombre que los identifica: Gualeguay Nos Une, Juntos Por Gualeguay, El Cambio Es Posible, Juntos Ahora Más Que Nunca, Comprometidos Con Vos, En Movimiento Por Gualeguay, Gualeguay Puede y, por qué no, El Cambio Justo, y darle a Gualeguay una oportunidad de salir de la oscura exclusión y postergación hacia el verdadero desarrollo progresista.
Caso contrario, que Dios y el pueblo se lo demanden.
Norman Robson para Gualeguay21

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