16 marzo, 2025 10:49 am
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Gualeguay: Desigualdades e injusticias en el fútbol femenino

Fut Fem

En 1892, en Glasgow, Escocia, se registró el primer partido de fútbol entre mujeres, y, en 1894, un grupo de mujeres, con la feminista Nettie Honeyball a la cabeza, fundó el primer club de futbol: el British Ladies Football Club. Desde entonces, muchas mujeres, de forma oficial o a escondidas, jugaron a la pelota, a pesar del rechazo de los hombres que regenteaban el fútbol. Pero un día, hace décadas, eso cambió, tanto en el mundo como en la Argentina. Pero, 24 años dentro del siglo XXI, la práctica del fútbol por mujeres, en Gualeguay, es despreciada y afectada por una supuesta falta de recursos económicos.

Mientras el mundo progresa y las mujeres han logrado que se les reconozcan sus derechos, y van siendo cada vez más incluidas en diferentes ámbitos, la dirigencia de la Liga de Fútbol de Gualeguay, integrada por las cabezas de sus diez clubes, ahora le quita minutos de juego al fútbol femenino aduciendo cuestiones económicas.

Según trascendió, la reducción en los tiempos de juego, a contramano del resto de la provincia, del país, y del mundo, se debería a los costos del arbitraje, del servicio de emergencias, de la luz, etcétera, los cuales, al parecer, se abaratarían significativamente al reducir los 90 minutos que se juegan en cualquier lado, a los 70 minutos dispuestos de ahora en más por la Liga local.

De acuerdo a lo indagado, esa sería también la razón por la cual la máxima categoría femenina tampoco tuvo alternativas competitivas durante el verano, lo cual las obligó a un cese de actividades desde noviembre del año pasado hasta el pasado mes de abril.

Cabe destacar que éstas desafortunadas decisiones de las autoridades máximas del fútbol local no solo afectan seriamente el desarrollo deportivo de las mujeres que eligieron esa disciplina, sino que, también, las pone en situación de desventaja competitiva frente a cualquier equipo de otra liga provincial. Tal es así que, en el resto de la provincia, el fútbol femenino recibe particular atención, tanto en continuidad a lo largo del año y tiempo de juego, como en todos los aspectos de su desarrollo.

Por otro lado, resulta por lo menos extraño, sino curioso, que los recursos para el pago de los arbitrajes y demás servicios necesarios no pueda obtenerse de alguna otra manera, aunque sea dándoles la oportunidad a los equipos de poder generarlos.

Lamentablemente, estas medidas desnudan un evidente desinterés, rayano con el desprecio, por la actividad practicada por mujeres. A pesar de todo esto, en Gualeguay, el fútbol femenino sigue creciendo, tal como lo hace en todo el mundo, y nuevas chicas se suman año a año, mientras que alguna que otra veterana se anima a romper con los tabúes y se calza los botines para correr detrás de la pelota. Ésto agrava aún más la política adoptada por las autoridades de los clubes locales al frente de la Liga, entre quienes se destaca una mujer (Club El Progreso).

Por último, y sin dudas, el fútbol femenino ha sido incorporado a desgano, solo porque “había que hacerlo”, y a las comisiones directivas no les interesa para nada el desarrollo de éstas categorías. Es más, con todo ésto, pareciera que la estrategia de los clubes es apostar a que pierdan interés y desaparezcan. Que no molesten.

Una lástima.

Norman Robson para Gualeguay21

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