Gualeguay: Un posible exceso complica a la Policía
El pasado fin de semana, en confusas circunstancias, efectivos policiales sometieron con balas de goma a un sujeto totalmente intoxicado que amenazaba con sendas armas blancas a quienes se le acercaran. Hasta allí, todo razonable, pero al trascender la gravedad de las heridas infrigidas al hombre, un posible caso de uso excesivo de la fuerza comenzó a salir a la luz, junto con las intenciones iniciales de que lo ocurrido quedara entre las paredes de la Jefatura local.
Todo comenzó el pasado domingo por la tarde, en el barrio 48 Viviendas, donde un grupo de hombres le estaba dando una paliza a quien, supuestamente, habría robado a alguien una planta de marihuana. Al llegar la Policía al lugar, los agresores se dispersaron, y quien era víctima ingresó a la casa de su madre y volvió a salir, amenazando a todos blandiendo sendas armas blancas: una cuchilla y un machete.
Cabe destacar que se trataba de un hombre, de 33 años años de edad, que estaba fuera de sí, con evidentes signos de estar bajo los efectos de algún tipo de intoxicación, lo cual significaba que era una persona peligrosa para sí y su entorno.
Al ver que sus agresores huían y solo quedaban los efectivos policiales, el sujeto volvió a la vivienda materna y se encerró en una de las habitaciones. Como ésta persona tenía una restricción respecto de la casa de su madre, la fiscal de turno ordenó a los efectivos desalojarlo urgente de la misma, por la fuerza si era necesario.
Instruidos en ese sentido, los funcionarios ingresaron a la habitación y redujeron al sujeto, pero recién luego de dispararle a quemarropa tres cartuchos de goma. Así lo demuestran los impactos recibidos, a muy corta distancia, en la pierna izquierda, en el brazo derecho y en la palma de la mano.
Tal fue la gravedad de los impactos recibidos, que, en su pierna, quedaron incrustadas las postas de goma y el mismo taco plástico del cartucho percutado, mientras que, de la mano, las postas arrasaron con piel y carne.
Una vez reducido el sujeto, la Fiscal ordenó que el mismo quede detenido por el delito de amenazas calificadas, mientras que la madre fue llevada a Jefatura para que denuncie que ella le pidió a los uniformados que retiren del domicilio a su hijo, y que, para ello, los autorizó a ingresar a la vivienda. En su manifestación relató que quiso dialogar con él, pero éste solo quería agredir a los funcionarios con la cuchilla y el machete, y, en ese momento, escuchó los disparos de escopeta.
En un principio, lo ocurrido quedó en la intimidad del ámbito policial, pero, por un lado, circularon por whatsapp imágenes de la trifulca barrial, junto con relatos sobre lo sufrido por el detenido, y, por otro, el caso llegó a oídos de la Justicia, donde estaría avanzando una causa, a la cual se sumarían familiares del malherido.
Cabe ser destacado que de prosperar la causa, y comprobarse algún exceso de la fuerza por parte de los funcionarios actuantes, los responsables quedarán procesados, toda la Policía local quedará injustamente salpicada, y el Estado enfrentará una nueva demanda millonaria.
Norman Robson para Gualeguay21