Hoy es el último día del año • Feliz año nuevo y nos vemos en marzo
Lo que no hicimos hasta ahora, olvidémonos. El 2022 ya fue. Desde hoy, viernes 18 de noviembre, la Argentina entra en modo off, y hasta marzo del 23, ya que, por lo que queda del año, nadie va a tomar una decisión en serio, y menos durante enero y febrero. Así que nos vemos en marzo. ¿Porqué? Y porque somos los afortunados y despreocupados argentinos pisando uno de los países más ricos del mundo. Somos quienes siempre paramos el país desde mediados de diciembre hasta mediados de marzo. Ni hablar este año con la Scaloneta en el Mundial de Qatar. Feliz año.
A ver. Este domingo, comienza el mundial de fútbol y ningún argentino, que se precie de tal, va a ser indiferente a eso. Muy por el contrario, ninguno, va a querer perderse un solo partido desde la ceremonia inaugural hasta la definición de Ghana contra Corea en la última fecha. Ni hablar un Alemania contra España, o un Uruguay contra Portugal, y ni se te ocurra enfermarte durante un partido de la selección.
Todo esto se potenciará si clasificamos, más aún si después pasamos a cuartos, y no te quiero decir lo que podría llegar a ser si jugamos una semi y la final. Lo peor es que, mientras tanto, no vamos a poder evitar que alguna colación de nuestros hijos o nietos, o alguna despedida de año, invada el calendario de la campaña de la albiceleste en oriente. No alcanzan los días para todo.
Una vez que se termine el mundial, y el lunes 19 de diciembre nos levantemos todos “a laburar”, campeones o no, todos tendremos que cambiarnos, inmediatamente, del modo celeste y blanco al rojo y blanco de Papá Noel. El domingo será Navidad. Nos esperará una semana intensa en la que vamos a tener que comentar el mundial mientras compramos regalos y nos peleamos por decidir con quién pasamos el 24 y con quien el 31.
El lunes 26, entre sobras frías de pollo, carré y vitel toné, aún bajo los efectos espumosos de cajas de sidra y champú, completaremos la maratón gastronómica de despedidas del año que nos queden pendientes, y agotaremos las posibilidades de ganar alguna de las discusiones perdidas sobre dónde pasar el 31 (“¿con tu madre otra vez?”), y sobre que los chicos se queden, por lo menos, hasta 60 segundos después del brindis.
Y así recibiremos, agotados, extenuados, el año 2023, y tendremos que tomarnos un merecido descanso. Nunca, nadie, en esta Patria, tomó una decisión en verano. No da. El que puede se podrá ir a hacer la plancha en las aguas de Playa Mansa en Punta del Este, y, el que no pueda, se conformará con refrescarse en la Pelopincho del vecino, o de alguna tía. Y, sino le va ninguna de éstas alternativas, en Gualeguay tenemos río y dos meses de Carnaval. ¡Eah pe pé! Por acá, entre las tentaciones de la costa y aquellas de los corsos, cualquiera está a salvo de cualquier estrés. ¿Quién puede laburar en esas condiciones inhumanas?
Así, en un abrir y cerrar de ojos, casi sin querer, será marzo y estaremos “de vuelta en el yugo”, blasfemando por el precio de los delantales y los útiles. Será recién entonces que volveremos a cargar sobre nuestros lomos el futuro del país, para llevarlo al lugar que todos sabemos que realmente se merece. “¡Qué grande mi país, paisano!”.
Feliz año y nos vemos en marzo.
Norman Robson para Gualeguay21